En México 90% de los niños genio, mal diagnosticados

Sufren el doble de 'bullying' que los infantes promedio, incluso de parte de maestros, lo que los lleva a aislarse y a la depresión debido a la discriminación.

Ilustración bullying o acoso escolar
Notimex
México /

En México más de 90 por ciento de la capacidad y actitudes de los niños genio se mal diagnostica al confundirse con déficit de atención e hiperactividad (TDHA) o se cree que son malos estudiantes, un problema que los conduce al aislamiento y a la depresión, ya que sufren discriminación y violencia por parte de niños e incluso maestros, según el del Centro de Atención al Talento (Cedat), una división del organismo más grande de América Latina de sobredotados.

La investigación —cuya muestra contó con más de mil 600 casos— indica que quienes tienen sobrecapacidad intelectual padecen el doble de bullying que los niños promedio, pues tienen intereses y habilidades diferentes.

De acuerdo con el estudio “Perfil del Niño Sobredotado en México”, realizado por Andrew Almazán Anaya, director del área de Psicología del Cedat, 93 por ciento de los niños talentosos son confundidos y mal diagnosticados con TDAH, lo cual genera un manejo inadecuado y la pérdida de sus capacidades.

Almazán Anaya señala que esa característica, la gran cantidad de energía física y capacidad motora que tienen para adquirir conocimientos y habilidades son elementos que los conducen a una valoración errónea.

Señaló que “es por eso que los padres de familia deben estar al pendiente para identificar sus cualidades y capacidades, lo que permitirá saber en qué momento es conveniente estimular a los pequeños y establecer pautas educativas”.

El especialista reconoce que México carece de estadísticas para conocer esa situación pero, desde su experiencia en el Cedat, ejemplifica que existe una merma de capacidades en ocho o 10 por ciento de los menores diagnosticados con coeficiente intelectual (CI o IQ) superior a 130 puntos, luego de sufrir discriminación y acoso escolar.

Precisó que ese porcentaje es visible en menores de entre 14 y 16 años, quienes llegaron a ese centro después de haber estado en un sistema educativo carente de competencia que les impidió desarrollar su tenacidad.

“En esa edad tenemos muchos jóvenes dispersos en las redes sociales, la televisión y los videojuegos, por ejemplo, y con sus cualidades deberían estar inmersos en lectura, desarrollo científico”, señaló.

Datos indican que 3 por ciento de la población infantil tiene sobrecapacidad, lo que equivaldría a cerca de un millón de niños en México. En cinco años, el Cedat diagnosticó a 2 mil niños y jóvenes con CI superior a 130 puntos en países como China, Japón, Rusia, Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña, entre otros.

La historia

Un ejemplo es la historia de Fernando, quien a su corta edad vivía abstraído en sus asuntos, es hiperactivo, sensible, piensa y aprende rápido y tienen muy buena memoria; la razón es porque tienen un CI superior a 130 puntos y sus capacidades sobresalieron antes de llegar a la edad adulta, sin embargo, vivió diversos escenarios de discriminación y violencia escolar antes de ser diagnosticado niño sobredotado.

Fernando, de ocho años, conoce su talento y cuenta que antes de saberlo sufrió de bullying en muchas escuelas. “Las maestras me castigaban constantemente y mis compañeros se burlaban de mí. Ellos decían que tenía una enfermedad y requería de medicamento y, como desconocíamos mi diagnóstico, íbamos con psicólogos”, relató.

Claudia Villalobos Palacios, mamá de Fernando, recuerda que el menor fue amarrado, maltratado y amenazado en al menos cinco preprimarias, tanto por académicos como compañeros, y en repetidas ocasiones lo etiquetaron de “loco, extraño y muy inquieto”.

El director general del Cedat, el doctor Asdrúbal Almazán Meléndez, explica que estos niños suelen ser muy inquietos porque son hiperkinéticos, lo que los orilla a estar distraídos y causar desorden dentro del salón de clases porque se aburren muy fácil con temas monótonos.

Sin embargo, indica, es todo lo contrario porque de manera aparente nunca prestan atención con la vista, pero están al pendiente con el oído y, por tanto, obtienen buenas calificaciones y responden de manera asertiva a los cuestionamientos del profesor.

Fernando aprendió a leer solo a los tres años y medio. Luego de nombrar varios huesos del esqueleto humano como muestra de su talento privilegiado, dice que de grande quiere ser inventor, atleta o presidente de México.

Para dar rienda suelta a su alta capacidad creativa e inventiva, el menor detalla que quiere hacer una máquina del tiempo y un calibrador de energía para impedir que el CO2 (dióxido de carbono) contamine más.

Tras unos segundos de pausa, señala que le gustaría “diseñar una inyección de mielina para curar a las personas con alguna discapacidad física”, comentó con un gesto al mismo tiempo, dirige su mirada hacia su mamá, quien lleva un bastón para sostenerse.

LAS MÁS VISTAS