En México aún vivimos clasismo rampante

"Cada vez nos despedimos mejor", con fecha única en Teatro San Francisco.

El actor mexicano realiza un monólogo que ha sido bien recibido por la crítica especializada.
Édgar González
Pachuca /

Un monólogo plagado de verdades y humor negro, que refleja la realidad nacional y su contexto histórico, político, social y económico, es el espejo en el que Diego Luna refleja al mexicano con Cada vez nos despedimos mejor.

Escrita y dirigida por Alejandro Ricaño, la puesta en escena cuenta dos historias paralelas: la de Mateo y su pareja, con quien tiene una serie de encuentros y desencuentros desde 1979, cuando ambos nacen en el último minuto de la década, y por otro lado la historia de las últimas tres décadas y media de México, de sus hitos políticos y sociales.

La obra se presentará este jueves 3 de abril en el Teatro de la Ciudad San Francisco en Pachuca, con dos funciones: 19:00 y 21:30 horas y con costos que van de los 200 a los 400 pesos.

En entrevista con MILENIO Hidalgo, Diego Luna señaló que es a través del género de la comedia como puede llevarse al público a un proceso de reflexión.

“Siento que la comedia es un gran vehículo para traer la reflexión y en ese sentido primero la gente se divierte, después dice que tuvo que ver con el personaje hacemos una reflexión sobre muchos vicios sociales, del mexicano, clasismo rampante en el que vivimos, esta cosa que a veces tenemos de tener una pésima memoria, ser indiferentes ante lo que ha pasado atrás”.

Luna precisó que la puesta ya se estrenó hace tiempo en la Ciudad de México, luego hicieron unas fechas fuera y para él significa uno de esos regalos que la vida le ha dado como actor, pues califica al texto como pertinente, con un nivel de irreverencia divertido.

“Acaba siempre conmoviendo mucho al público, es una de esas reflexiones donde uno de no deja ir, no se sabe despedir, no sabe decir hasta aquí y todo sucede en el marco de los últimos 30 años en nuestro país. A través de esta relación vas visitando eventos que socialmente nos han marcado, desde el temblor del 85, las elecciones del 88 cuando se cayó el sistema, el asesinato a Colosio, el triunfo de Fox, las granadas en Morelia”, expresó

Una obra para México

Para el actor de puestas como Moliere, Festen, Cock, Las obras completas de Shakespeare, el tener de escenario el pasado inmediato del México contemporáneo es ideal para hacer un reto al espectador, que es el fin que persigue el teatro.

“El escenario de esta historia es México y en ese momento la gente realmente se conecta con la puesta porque todos tenemos un recuerdo, una memoria, una historia que contar sobre estos momentos. Pocas veces el teatro que se da en México te da el chance de reflexionar sobre tu realidad. El teatro que hacemos en México, sobre todo el comercial, ya se ha probado en otros países que se probó en Nueva York o Londres y compramos los derechos y en donde los personajes viven en un piso de Paris. “El teatro es entretenimiento y el teatro se trata de ir y pasar un buen rato por lo menos eso intentamos hacer una obra que fuera esperanzadora, que tuviera un final que te permita soñar, seguimos para adelante, las cosas sigue, dentro de eso, también hay que festejar la inteligencia del espectador y retar al espectador a cuestionarse cosas”, exclamó el actor mexicano de gran trayectoria.

Obra con localidades agotadas

Acompañado en el escenario por el músico y compositor Darío Bernal, Luna da vida a “Mateo”, un hombre que narra los hechos y coincidencias que lo llevaron a conocer a “Sara”, la mujer de quien se enamoró y finalmente perdió.

“Esta obra no, sucede en la realidad en la que vivimos y el público siempre agradeció mucho eso ahorita que estuvimos dando la temporada en la Ciudad de México y se involucra y se ríe e inevitablemente se da cuenta que se está riendo de él mismo.

“Yo desde que me senté con Alejandro Ricaño para hablar de hacer esta puesta, hablamos de la importancia de hacer una obra donde la gente primordialmente la pasara bien, se sentara y pasara un buen rato en el teatro y fue increíble la respuesta en la Ciudad de México, desde el primer día hasta el último estuvimos agotados en todas las funciones, eso nunca me había pasado en el teatro y eso es porque la gente la recomendó, hablaban de ella, regresaron, la veían varias veces, se creó un fenómeno interesante y tiene que ver con que la gente sintió que hay un teatro que habla de nosotros”.

La puesta en escena, de acuerdo con el actor mexicano, concluye con los procesos electorales y las desgracias nacionales.

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