La tradición del teatro guiñol apareció primero en casa de Armando Samaniego, quien se adentró en la confección de personajes hasta que la vida cotidiana se impuso y este ejercicio familiar fue suspendido.
Al estudiar una ingeniería química en el Instituto Tecnológico de La Laguna, conoció a Pilar Cárdenas, de la cual se enamoró. Siendo un par de jóvenes, la pareja retomó el proyecto de arte y cultura para niños con un rigor extraordinario que los ha llevado a los mejores escenarios de México y del mundo.
Pilar comienza el diálogo en entrevista para Milenio y menciona que hace 23 años cambiaron su domicilio a la ciudad de Chihuahua, desde allá han seguido con el trabajo enfocado en el arte y la difusión de la cultura para niños.
“A lo largo de estos 35 años hemos hecho varios espectáculos con diferentes técnicas de manipulación, de diferente elaboración y con diferentes temas. Ahora que el Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE), lanzó la convocatoria 'Aguas del Mayrán al Garibay' decidimos aplicar y quedamos seleccionados. Propusimos esto que llamamos Festival de Repertorio por los 35 años de El Tenderete”.
Con cuatro obras distintas en temática, la pareja festejará 35 años de su aventura escénica a partir de este jueves 19 de septiembre, hasta el domingo 22, utilizando diferentes técnicas, por lo cual extienden la invitación a las familias para que lleven a los niños al Teatro Alfonso Garibay.
“Nosotros nacimos en Torreón, estábamos en el Instituto Tecnológico de La Laguna, ahí fue que conocí a Armando, que él anteriormente ya había trabajado con los títeres y un día le pregunté por qué había dejado de hacerlo y me comentó que las personas con las que trabajaba, que eran su tío y luego su hermana se casaron y lo abandonaron y entonces decidí entrar yo al rescate”.
Armando se encuentra en la misma entrevista pero se mantuvo callado. Al llegar a la ciudad las altas temperaturas ambientales le ocasionaron una disfonía que maneja con cautela porque su voz es imprescindible en el escenario.
Así Pilar mantiene el hilo de la conversación y afirma que fue como empezaron su vida con los muñecos y los títeres.
“Cuando terminamos nuestras carreras teníamos bastante trabajo con los títeres, ya habíamos posicionado el grupo y decidí, sobre todo yo, continuar, porque Armando sí se dedicó a su carrera y por eso fue que nos movimos a la ciudad de Chihuahua".
“Recientemente se integró nuestra hija, que ella siempre ha estado activa en las funciones de El Tenderete en la parte técnica pero ahora lo hace actuando y también de forma independiente porque creó su propio grupo que se llama 'Cachiripa' con el cual tiene tres producciones y en ratitos trabaja con ellos y en ratitos con nosotros. Ella se llama Luisa Samaniego”.
Y aunque parece que la elección profesional no tiene hilatura con los aspectos artísticos, el entramado de este teatro de fantasía requiere mucha disciplina y sobre todo, de la ingeniería en el sentido más amplio de la palabra.
“Muchos compañeros nos hacen esas observaciones que se nota que somos ingenieros porque generalmente los artistas somos un poquito más desordenados y nosotros por nuestra formación como un poco más metódicos porque el proceso de elaboración de los espectáculos lo hacemos como si se tratara de un trabajo en producción de una maquila”.
Pilar así estableció que Armando desarrolla en esta empresa la parte plástica o artístico con los diseños de los personajes, Pilar los continúa y su hija Luisa coloca los acabados con pelucas y vestidos.
El montaje de cada espectáculo suma en total ocho meses de producción, de acuerdo a la trama, pues ellos además investigan sobre los temas que abordan.
“Armando comenzó un poquito antes con un concepto que se llamó Fernando y Armando, de esto ya hace 45 años. El muñeco de ventrílocuo que hizo entonces, hasta ahora lo acompaña, se lo trajo santa claus cuando tenía como doce años. Y cuando empezamos con El Tenderete hubo dos personajes a los que les pusimos Cuca y Payaso y también siguen en repertorio”.
Con más de veinte espectáculos 'El Tenderete' suma más de 500 personajes y sus creadores indicaron que en Torreón ubican sus raíces, familia y amigos, por lo mismo ahora quieren compartir lo que se percibe como fácil pero que durante más de tres décadas ha tenido que sortear obstáculos.