René Alphonse Van den Berghe, mejor conocido como Erik el Belga falleció el pasado viernes a los 80 años en una clínica de Málaga a consecuencia de un fallo cardíaco después de 10 días de estar hospitalizado, según informó a Efe y El Mundo fuentes de su entorno familiar. El hombre es considerado el mayor ladrón y falsificador de arte religioso de Europa del siglo XX.
Asentado desde hace unos años en Málaga como marchante de arte y pintor, Van den Berghe había renunciado desde tiempo atrás a su carrera como ladrón y emprendido una particular cruzada para tratar de recuperar parte del patrimonio que el mismo había sustraído, una gran parte de ermitas e iglesias aragonesas.
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¿Quién era Erik el Belga?
Erik el Belga nació en Nivelles, Bélgica en el año 1940. Era un especialista en el arte sacro, pero también uno de los ladrones y falsificadores más famosos en la historia, el hombre robó alrededor de 600 piezas de arte en España.
Uno de sus robos más conocidos es el de la Arqueta de Sant Martirià, un relicario gótico que data del siglo XV. Fue durante el mes de enero de 1980, cuando Erik el Belga y un grupo de hombres entraron en el Monasterio de San Esteban de Bañolas en Gerona para robar dicha reliquia que se compone de 28 piezas, las cuales se han ido recuperando de una en una.
¿Por qué robaba?
El ladrón de arte, también conocido como Erik El Rojo, aprovechó la época del postfranquismo para saquear iglesias y monasterios por toda España, en algunas ocasiones con el apoyo de los sacerdotes.
"Había muchas piezas que se estaban pudriendo y destruyendo. Ahora están en museos, en casas de coleccionistas, en lugares bien cuidadas", dijo Erik el Belga de acuerdo con El Mundo.
René Alphonse Van den Berghe fue detenido en tres ocasiones: en 1966, 1976 y 1982, en esta última ocasión el ladrón permaneció preso en la cárcel Modelo por alrededor de tres años. Logró ser liberado de la prisión tras llegar a un acuerdo: se ofreció a recuperar lo robado; sin embargo, algunos de sus cargos no fueron resueltos.
Aunque, mencionó no estar interesado en la fama, lo cierto es que lograba acaparar los reflectores.
"Cuantos más me adjudiquen, mejor", respondía cuando se le preguntaba sobre el número de obras robadas.
Con información de El Mundo
amt