Por primera vez, pareja del mismo sexo revoluciona las reglas en el Baile de la Ópera

Las alemanas Iris Klopfer y Sophie Grau decidieron presentarse como candidatas a debutantes para promover la diversidad y combatir la discriminación de género.

Se alegran de "bailar juntas y divertirse", dijeron Iris Klopfer y Sophie Grau.(EFE)
Editorial Milenio
Viena /

La primera pareja de debutantes del mismo sexo en la historia del tradicional Baile de la Ópera de Viena protagoniza este miércoles el ensayo general antes de la puesta de largo mañana en el principal evento de la temporada de carnaval en Austria.

Las protagonistas son las alemanas Iris Klopfer, de 22 años, y Sophie Grau, de 21, amigas desde que iban a la escuela y que comparten la pasión por el baile y la música.

El año pasado, tras ver un vídeo del "baile de los bailes", como también se conoce al Opernball, decidieron presentarse como candidatas a debutantes en la ceremonia de apertura, con el fin de promover la diversidad y combatir la discriminación de género también en este evento cuyas raíces se remontan al siglo XIX y es tan tradicional que ha sido criticado como anacrónico.

Se alegran de "bailar juntas y divertirse", según dijeron a los periodistas tras expresar sorpresa por el gran interés mediático que las rodea desde que están en Viena preparándose para demostrar, junto a 143 parejas heterosexuales de once países, su dominio perfecto de los pasos del vals de giro a la izquierda.

Grau, que se define como persona no binaria y rechaza ser calificada como hombre o mujer, considera que "no debería ser nada especial" la participación de una pareja del mismo sexo en la apertura de un baile, aunque admitió que siempre debe haber "una primera vez".

En cumplimiento de la estricta etiqueta exigida, Klopfer lucirá un largo vestido blanco, guantes del mismo color hasta los codos y una diadema sobre su peinado, mientras que Grau se pondrá un frac, requisito indispensable para los varones.

La presencia de estas jóvenes ha sido bien recibida por el resto de las parejas de "debutantes" y los organizadores, pero no por todos los asiduos a la fiesta, entre las más de cinco mil personalidades del mundo del arte, la política, el deporte y la economía que acuden a la gala conservadora para ver y dejarse ver bailando valses y polcas.

Uno de los que manifestó explícitamente su descontento fue el octogenario empresario Richard Lugner, un extravagante excandidato a la presidencia del país, conocido sobre todo porque cada año paga a una mujer famosa para que lo acompañe a su palco en el Baile de la Ópera.

Así las cosas, todo apunta a que su invitada en esta ocasión, la actriz italiana Ornella Muti, de 64 años, tendrá que competir con las jóvenes alemanas por atraer la atención de los asistentes.

"No, no bailo", confesó hoy Muti en rueda de prensa tras llegar a la capital austríaca.

No obstante, en un perfecto alemán, prometió que intentará "bailar un poquito" con su anfitrión.

La actriz, que domina también el italiano, el ruso, el inglés y el francés, agradeció a la ex esquiadora Lindsey Vonn el que haya cancelado la invitación que le había cursado antes Lugner, pues ello le abrió las puertas para acudir a la Ópera de Viena en esta ocasión, algo que dijo esperar "con ansias". 

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