En los cruceros de Gómez Palacio, Lerdo y a veces en Torreón, suele estar el "Payaso Chepo", quien con su acto de suertes con el Trompo, busca hacer conciencia en los niños para que no lo olviden, pues considera qué el juguete mexicano esta a punto de desaparecer por culpa de la tecnología y el poco interés de las nuevas generaciones por estos artefactos.
José Pedro Ontiveros es originario de Ciudad Juárez, Chihuahua y es artísticamente conocido como el Payaso "Chepo", llegó hace 3 años a la Comarca Lagunera, reconociendo que el principal motivo de mudarse acá es por la calidez de la gente.
"Antes de entrar al circo, trabajé con Rogelio Amado de los Enanitos Toreros y en aquellos años pise la comarca por primera vez y me encantó, entonces le dije a mi señora que el día que yo me vaya a descansar de andar vagando va a ser en la comarca", señaló.
Clavito fue su primer nombre artístico, debido a que su padre es carpintero, para hacerle honor, sin embargo, cambió su nombre un año después, por el de "Chepo", ya qué son las iniciales de su nombre y apellido, pues ya existían muchos payasos con el nombre antes mencionado.
En un principio, cuando estaba en secundaria, cuenta que tenía un amigo que a diario se sentaba atrás de su pupitre y un día le dijo: "compadre, le van hacer una fiestecita a mi sobrino, ¿porque no te pintas de payaso y nos hechas una mano? ".
Y a pesar de que antes le caían mal los payasos, terminó aceptando después del insistir de su amigo, contando además, que incluso fueron por él a su casa para que se pintara de payaso, para después animar la fiesta, ya qué era alguien muy juguetón y con mucho carisma, comenzado así su andar como bufón.
Además de su trabajo como payasito en los semáforos, es montacarguista en una empresa durante las noches y por las mañanas o tardes, en su tiempo libre, se establece en los semáforos.
Hace 15 años comenzó su afición por el trompo
Por lo general esta en el González de la Vega y Urrea, a veces se coloca en el Miguel Alemán, frente a un reconocido restaurante de comida rápida y otras veces en la Mina e Ignacio de la Llave, pero también suele ir a Lerdo y Torreón a presentar su acto.
Pedro ha trabajado en diferentes oficios, pero sin duda el qué más le llena es el de Payaso, donde empezó como animador de fiestas, pero luego tuvo una larga trayectoria en el circo de los hermanos Portugal, reconocido a nivel nacional y con quienes recorrió gran parte del país, sin embargo, después de 20 años en este medio, decidió retirarse.
Su afición por el trompo empezó hace casi 15 años, luego de que conociera a un artista que hacia un acto con trompos en el circo, quedando fascinado después de verlo en escena, integrando él por su parte, un acto cómico para darle un plus al número y decirle a los niños dentro de su rutina que no hay que dejar que se pierda este juguete, puesto que es mexicano y tradicional, del que nos deberíamos sentir orgullosos.
"Cuando estoy trabajando en el crucero me acerco a los carros y a veces les digo, juguete mexicano en peligro de extinción, es un juguete qué ya prácticamente esta quedando en el olvido precisamente por la tecnología que hay hoy en día", señaló.
El Payaso Chepo les pide a las personas que lleven una vida tranquila y serena, sin alterarse, pues muchas veces se ha dado cuenta que la gente vive con prisa, " apenas se pone el semáforo en verde y la gente ya está pitando", por lo que considera que es importante ser positivos y hacer caso omiso a la negatividad.
Hace unas semanas su madre falleció, pero el reconoce que sigue trabajando con la misma alegría, ya que a ella le encantaba verlo trabajar sonriendo.
Desde niño, José Pedro supo que quería dedicarse a la tinta y risas, usando además su Trompo para alegrar el día a cualquiera que lo viera, influenciado por los niños, decidió dar hasta el día de hoy, su vida en hacer reír.
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