La Habana paladeará la rica tradición musical de Nueva Orleans durante el XXXV Festival Internacional Jazz Plaza, un “puente musical” en el que comparten escena prestigiosas bandas estadunidenses y cubanas y que por primera vez trae a Cuba el famoso carnaval Mardi Gras.
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Getting Funky in Havana es el segmento que agrupa esta colaboración cultural dentro del Jazz Plaza, el mayor evento anual del jazz en Cuba, que se celebra desde ayer hasta el próximo domingo en unas 15 sedes de la capital cubana.
El intercambio musical entre las dos ciudades estará protagonizado por The Soul Rebels, Tank and the Bangas, Big Chief Monk Boudreaux y el cubano Cimafunk, encargados de la apertura oficial del festival en el Teatro Nacional de Cuba.
Cimafunk, la joven sensación de la música fusión cubana, es uno de los principales impulsores y el curador de Getting Funky in Havana, una idea surgida tras su exitosa presentación en Nueva Orleans en abril pasado.
El programa conjunto incluye conciertos, sesiones de improvisación y encuentros con estudiantes de escuelas de arte habaneras.
Entre lo más esperado estará la primera edición habanera de una second line, como se le llama al grupo de personas que sigue a las bandas de la first line (sección principal) de los desfiles del carnaval de Nueva Orleans, y que en esta ocasión se mezclará con la tradicional conga cubana en un pasacalle por La Habana Vieja.
“(Venir a Cuba) es un desafío, pero vale la pena”, aseguró ayer a la prensa Tarriona Tank Ball, vocalista principal de Tank and the Bangas, una banda que mezcla funk, soul, hip hop, rock y poesía hablada que ya cuenta con una nominación a los premios Grammy 2020 en la categoría de Mejor Artista Novel.
CLAVES
UN GRAN PUENTE
El festival “es un gran puente por encima del muro”, destacó el funcionario cultural Alexis Triana.
HOMENAJES
Se rendirá homenaje a los desaparecidos Juan Formell y Félix Chapotín, así como al grupo Irakere.