Momentos después de un concierto de piano solo en el Auditorio Cívico de Pasadena en 1979, algunos seguidores de Keith Jarrett lo buscan para charlar con él sobre lo que acaban de escuchar. “Nunca me había dado cuenta hasta ahora –les comenta– lo inútil que sería tratar de describir lo que acabo de hacer en el escenario. Quiero decir, no estoy pensando en la música que acabo de tocar. Las palabras son un sustituto pobre de la experiencia, y para que pudiera hablar de esto, tendría que hacerles una jugarreta. Creo que es totalmente apropiado que no digamos nada ahora”.
- Te recomendamos Profeta de la percusión Escenario
Sus palabras fueron recogidas por Mikal Gilmore, encargado de entrevistar a Jarrett para Rolling Stone en torno a su monumental obra Sun Bear Concerts, que ECM había editado el año anterior. Los 10 discos LP constituían todo un desafío al mercado, por lo que el propio pianista –poco afecto a las tácticas de la mercadotecnia– accedió promoverlos.
“Si hay algo que quisiera vender por un motivo correcto es esta colección –le diría a Gilmore más tarde–. Estaba involucrado en un periodo de búsqueda cuando la grabamos y la música en sí fue casi como una liberación de esa búsqueda. He estado pensando que Sun Bear Concerts es lo único que he grabado en donde corre toda la gama de las emociones humanas. Creo que, si llegas a conocer la música lo suficientemente bien, en algún lugar encuentras todo”.
Recientemente, ECM reeditó en vinilo la colección de estos conciertos ofrecidos por Jarrett en Japón en noviembre de 1976. De acuerdo con Ian Carr, autor de Keith Jarrett. The Man and His Music, “sorprendentemente, a lo largo de Sun Bear Concerts hay pocas parcelas muertas o aburridas y los cinco conciertos parecen estar relacionados como una suite masiva (…) Hay más colores y ritmos nuevos que en los álbumes anteriores, y la música tiende a evolucionar más que cortar y cambiar”.
- Te recomendamos Día Internacional del Jazz. Diez niños prodigio del género Cultura
Algunos críticos se quejaron de que la caja pesaba y costaba demasiado, además de contener “más de 400 minutos de música”. Conrad Silvert afirmó que el álbum era un gesto elitista y tildaba a Jarrett de narcisista, para acabar reconociendo que, “por otro lado, hay cierta honestidad e integridad al ofrecer un fragmento tan largo y virgen de una producción artística. De manera figurada Jarrett está desnudo frente a su público en vivo, tomándose un riesgo tremendo”.
CODA
EDICIÓN FACSIMILAR DE 2 MIL EJEMPLARES
Con el exquisito gusto que le caracteriza, ECM lanzó recientemente Sun Bear Concerts en una edición facsimilar limitada a 2 mil ejemplares numerados. El audio, remasterizado de las cintas análogas originales, contiene más de seis horas de una música maravillosa que ha trascendido el tiempo y merece ser escuchada con emoción renovada.