El telescopio de largo alcance del Observatorio Austral Europeo (ESO) logró captar desde Chile imágenes extraordinariamente precisas de Neptuno, cúmulos de estrellas y otros objetos gracias a un nuevo modo de óptica que corrige las turbulencias de la atmósfera a diferentes altitudes.
La captura de imágenes fue posible con la ayuda del instrumento pionero MUSE, capaz de corregir los efectos de la turbulencia atmosférica hasta un kilómetro por encima del telescopio con el modo de campo amplio, y con la tomografía láser del campo estrecho que elimina las turbulencias.
La combinación de la nitidez de la imagen junto a las capacidades de MUSE, hicieron posible una claridad mayor que la de las imágenes que se hubieran podido captar con el telescopio espacial Hubble de la NASA.
Gracias a esas capacidades, el telescopio UT-4 que forma parte del telescopio de largo alcance del ESO, permitirá a los astrónomos estudiar con un detalle sin precedentes objetos como agujeros negros supermasivos, chorros lanzados por estrellas jóvenes y supernovas.
Hasta ahora la turbulencia de la atmósfera suponía un desafío para la toma de imágenes, debido a que provocaba que las estrellas parpadeasen a simple vista, provocando una toma de imágenes borrosas del Universo.
La topografía láser, sin embargo, con sus cuatro láseres brillantes, permiten proyectar hacia el cielo columnas de intensa luz que, combinados con el sistema de óptica adaptativa, permiten determinar la turbulencia atmosférica, compensar sus deformaciones y corregir la luz distorsionada.
JOS