Adentrarse en el mundo de las matemáticas desde la perspectiva de una niña es la premisa de Sofía en el país del infinito, escrito por Gabriela Frías Villegas e ilustrado por el novelista e ilustrador Bernardo Fernández Bef, (México, 1972). MILENIO platicó con él después de la presentación en la Feria Nacional del Libro de León (Fenal).
¿Cuál es el origen de Sofía en el país del infinito?
Es un libro que hice con mi ex pareja, Gabi Frías. La idea era hacer un cuento para la nena, y como la mamá es matemática es un cuento sobre el infinito, un cuento matemático. Gabi es gran admiradora de Lewis Carroll, desde el título hay un homenaje; la idea era unificar este concepto matemático, que es complejo, y a mí me tocó la parte gráfica, ilustrarlo, entonces es como una gran labor de amor de dos papás para su hija.
- Te recomendamos “La UNAM es la conciencia crítica de la nación”: Fernando Serrano Migallón Cultura
¿Cómo influyó tu formación como ilustrador y novelista en este libro?
Fue más influencia gráfica que literaria, metí cosas que me gustan un montón. Desde mi admiración por M.C. Escher, que es imposible de imitar para mí, hasta viejas caricaturas japonesas como Astroboy y El mundo de Gigi, que me encantaba. Aunque en esta última hay imágenes que eran un poco saturadas y no me gusta dibujar tantos elementos aquí sí lo hice. La portada, por ejemplo, tiene tres planos y me divertí mucho haciendo eso, es mucho más complejo de lo que solía ser.
¿Qué momento refleja la portada?
Hay un robot que viene corriendo, como el conejo de Alicia, y Sofía llega detrás de él al país de las matemáticas. Luna es su gatita y el robot, que tiene carita de reloj, es un personaje que ya había dibujado en otros cómics míos y me gusta mucho. La portada es el momento en que ella va llegando y ahí aparecen varios personajes en la calle.
¿Estos personajes tienen su equivalente en el mundo de Alicia?
No, son invenciones para este libro. Sí sale Lewis Carroll al principio y hay dos o tres que son más alusiones a ellos.
¿Cómo pasaste de la abstracción de las matemáticas a un lenguaje gráfico?
La ilustración es eso. El ilustrador normalmente no genera el contenido escrito, parece que lo diagramaste, pero le damos o vestimos las palabras con imágenes para seducir lectores, para tender un puente gráfico entre la abstracción de la palabra y el corazón del lector.
¿Es más complicado hacerlo para público infantil?
No, diferente. Es más luminoso el trabajo para niños, pero mi tipo de dibujo en general tiene esta vocación infantil. Ahora voy a hacer una cosa también para niños sobre temas más fuertes, no puedo adelantar mucho, para mí es más reto ilustrar para adultos que para niños. Con los niños conecto muy bien, quizá porque he intentado seguir viendo el mundo con asombro, como cuando tenía ocho años.
¿Tu vocación como artista gráfico viene de esa época?
Sí, de cuando era niño. El dibujo como herramienta ha de haber surgido entre los seis y ocho años, desde entonces me dedico a lo que yo quería.
Lo has compaginado con texto y literatura.
Sí, eso fue porque nadie publicaba cómics en aquel momento, por eso tuve que empezar a escribir. Si yo hubiera podido me hubiera dedicado toda la vida a dibujar, si el mercado y el mundo editorial aquí lo hubieran permitido, pero no fue así. Un día mi agente me dijo: “Pues qué bonito lo de tus cómics, pero de eso no vas a vivir”, entonces tuve que compaginarlo con la escritura, que también es un privilegio. Hace rato me comentaban que es posible vivir muchas vidas en una sola, o sea hay gente que solo escribe novela policíaca o ciencia ficción, los que hacen literatura infantil o juvenil, los que hacen cómics, y yo pude hacer o ilustrar las cuatro cosas y eso me emociona mucho.
Te descubriste otro talento.
Es que creo que el que hace cómics es más que otra cosa narrador; sí, hace imágenes pero es más cercano al escritor que al pintor o al grabador. Un cómic bien dibujado con una mala historia no funciona, pero al revés sí. Es un medio narrativo, entonces pienso en mi oficio como narrador. Y cuando tengo suerte junto a los dos.
Parece que se acabaron los cómics para niños.
La historieta infantil desapareció, ya no existe, para niñas específicamente ya no hay. Yo acabo de hacer uno para niñas que se va a publicar en otoño, también con Sofía como protagonista. Quise hacer un cómic para ellas porque se ha perdido.
Este tipo de trabajo lo haces pensando en tus hijas o en que hay un vacío. En ambas cosas, pero fundamentalmente en mis hijas.
¿Cómo recibió Sofía este libro sobre las matemáticas?
A Sofi le gustó un montón, es que es muy ameno y divertido, quiero pensar que le va a ir bien.
Frase: “La ilustración tiende un puente entre la abstracción de la palabra y el corazón del lector”
DAG