Varios personajes están a punto de tocar un concierto de percusiones en Plaza Sésamo, cuando llega una invitada especial. "Esperen, déjenme quitarme los zapatos", demanda. "¿Qué, va tocar con los pies? Esto va a ser más gruñón de lo que yo pensaba", comenta molesto Oscar el Gruñón.
Ella explica que se los quita para escuchar la música. "Eveyln está sorda, no puede oír", le explican a Oscar, quien replica: "Entonces, ¿cómo puede escuchar lo que decimos?". "Estoy leyendo tus labios, Oscar", interviene la percusionista. "¡Bueno, deja de leer y empieza a tocar, no tengo todo el día!", grita malhumorado el director del ensamble.
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Sí, Glennie es sorda. O mejor: Glennie es una de las percusionistas más dotadas de nuestros días, tanto en la música sinfónica y de cámara, como en el avant garde, la improvisación y otros géneros, por no hablar de sus proyectos para cine y televisión. No oye desde los 12 años, pero a través de los otros sentidos se ha conectado con la música. Además, puede leer los labios.
Glennie está en México invitada por la Orquesta Sinfónica Nacional, con la que dará su segundo concierto como solista el 22 de abirl a las 12:15 horas en el Palacio de Bellas Artes con obras de Joseph Schwantner y Askell Masson.
Sus percusiones han aparecido lo mismo al lado de grandes orquestas que con Björk, Fred Frith o en los Juegos Olímpicos de Londres, además haber protagonizado muchas obras nuevas y figurar en alrededor de 40 discos. Tal vez sigue las enseñanzas de Charles Ives, quien pensaba que "las posibilidades sonoras de la percusión nunca han sido completamente advertidas".
En la percusión, dice en entrevista, "no hay fronteras. Es una familia de instrumentos que literalmente puede conectar a la gente de todas las edades, de todas las condiciones sociales y de cualquier lugar. Puedes compartir la música con alguien que nunca ha tocado un tambor y establecer un intercambio.
Bajo la guía de un maestro que le enseñó que antes que percusionista era creadora, ha evitado encerrarse en un solo tipo de música. "Es muy difícil categorizar la música de hoy, es demasiado pronto para ponerle nombre. No me gusta ponerle nombre a nada, porque eso ayuda a la exploración, a abrir el espectro de colaboraciones".
"Ya no podemos considerar a la sordera como silencio o a la ceguera como oscuridad"
Con frecuencia da conferencias sobre su experiencia, como alguien que ha superado la sordera para labrarse una carrera productiva y propositiva. Invita a sus oyentes a escuchar con todos los sentidos.
"En el ambiente familiar, en la política, en lo que sea, todo se reduce a escuchar y no me refiero únicamente al sonido sino a todo lo que el término conlleva. Tenemos que romper las barreras de la discapacidad: ya no podemos considerar a la sordera como silencio o a la ceguera como oscuridad o, si ves a alguien en una silla de ruedas, pensar en que no puede caminar. Debemos de dejar de pensar así y ver cómo enfrentar esta situación".
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