Evoca libro la lucidez de Luis González de Alba

Se trata de la mirada de 30 amigos y lectores, con aproximaciones disímbolas y variadas sobre el 68, la sexualidad, el sida, la amistad o su amor por Grecia.

Un personaje que apostaba mucho a la discusión clara y racional, tan necesaria en estos días de polarización, de insultos y descalificaciones.
Jesús Alejo Santiago
México /

El próximo 2 de octubre se cumplen dos años de la partida de Luis González de Alba: una de las fechas más significativas dentro de la historia de uno de los líderes del movimiento del 68, pero también en una etapa previa a lo que ya se avizoraba como uno de los procesos electorales más polémicos en la historia moderna de nuestro país.

Dos hechos de alguna manera vinculados con la decisión de dos de sus amigos más cercanos, el periodista y escritor Rogelio Villarreal, además del editor Alberto García Ruvalcaba, quienes decidieron rendir homenaje a la figura de quien fuera colaborador de MILENIO a través de la reunión de textos que componen el libro Luis González de Alba. Un hombre libre (Tedium Vitae Editorial, 2018).

“Al propio Luis le había comentado que queríamos hacer un video sobre él, con su visión de México y del mundo, en varios ámbitos: la ciencia, la cultura, la política, la sexualidad, pero no tuvimos tiempo de hacerlo y así surgió la idea de hacer un libro tanto con textos que ya se publicaron, en revistas, suplementos culturales o diarios, de gente que lo conoció, de sus amigos y sus lectores, y también de textos inéditos”, explica Rogelio Villarreal, quien se encargó de la coordinación del volumen.

Se trata de la mirada de 30 amigos y lectores, con aproximaciones un tanto disímbolas, variadas, con diferentes temas: el movimiento del 68, la sexualidad, la creación de la fundación de lucha contra el sida, la amistad, su amor por Grecia o por la divulgación de la ciencia, en un intento por reflejar la diversidad de intereses que definieron la vida y la obra del escritor y periodista.

“Un personaje que apostaba mucho a la discusión clara y racional, tan necesaria en estos días de polarización, de insultos, denuestos, descalificaciones, trampas y marrullerías. En ese sentido, sí se trataba de rescatar a un interesado en la discusión civilizada, respetuosa e informada.

“Luis era un hombre claridoso que no tenía ningún empacho en publicar lo que quería en donde quiera que se presentara. Eso fue un denominador común en todos los textos: el rescate de un Luis que decía lo que se tenía que decir, sin ambages, reconocía cuando se equivocaba… era una persona sencilla, en ese sentido, abierta a la crítica, a pesar de que era un polemista feroz”, recuerda Rogelio Villarreal.

Diversidad de facetas

Adrián González de Alba, José Woldenberg, Román Revueltas, Teresa Zerón-Medina, Alejandro de la Garza, Hugo García Michel, Rosa Albina Garavito, Luis de la Barreda, JIS, Myriam Vidriales, Ariel Ruiz, Roger Bartra, Leo Zuckermann, Jesús Silva-Herzog Márquez o Rafael Pérez Gay, son algunos de los personajes reunidos en Luis González de Alba. Un hombre libre.

“Todos confluyen en anotar la gran variedad de facetas que tenía Luis al estilo de un hombre renacentista, que lo mismo se ocupaba del arte o de la ciencia, que de la política o la sexualidad. Poseía una visión muy generosa y amplia de la sociedad en la que vivía, con sus filias y sus folias, con sus temores, pero también con sus grandes apuestas”.

La gran mayoría de los textos reunidos se había publicado en diferentes medios, por lo que Rogelio Villarreal pensó en algunos aspectos poco abordados, como el interés de González de Alba en la ciencia, y se le ocurrió pedirle a distintos divulgadores que le mandaran algún escrito.

“Esto de un hombre salvajemente libre lo dijo Héctor Aguilar Camín cuando le hicimos el homenaje en la Fil en diciembre de 2016. Lo de pasión crítica tiene un eco paciano, alguien a quien Luis destacaba mucho: el de grandes hombres que ya se han ido, pero que tienen la honestidad, catadura moral para poder opinar.”

Una de las ideas del libro, dice Villarreal, fue recuperar opiniones de Luis González de Alba, reconocer su lucidez, sus apuntes críticos y sus comentarios, sobre todo “revivir la memoria de alguien que sigue estando presente”.

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