Invaluables fotografías, primeras ediciones de libros como La Balanza, recortes de periódicos, incluyendo su paso por Lecumberri, correspondencia con Octavio Paz, Luis Buñuel y con su gran amigo Gabriel García Márquez, todo forma parte de la exposición: Intacta Materia. El archivo de Álvaro Mutis en su centenario concedida por Nicolás Guerrero, su nieto.
Cuando murió Álvaro Mutis (1923-2013) Gabo no estaba en México y comentó que su amigo no había muerto, que solo se había ido a un largo viaje a Nueva York.
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Ahora, el creador de Maqroll el Gaviero volvió al que también fue como su hogar; la Casa de la literatura Gabriel García Márquez, donde se le rendirá un homenaje a partir del 7 de octubre.
La casa de Gabo en el Pedregal, donde vivió con su amada Mercedes Barcha, abre sus puertas con la intención de que no se vuelvan a cerrar y se convierta en un regalo del escritor colombiano más mexicano a nuestro país.
Emilia García, nieta de Gabriel García Márquez, el hijo menor de Gabo, Gonzal García Barcha y Nicolas Guerrero, recibieron en exclusiva a MILENIO para dar detalles de la exposición que celebra el centenario de un grandísimo amigo de la familia y un enorme escritor: Álvaro Mutis.
“Es un homenaje a la amistad, pues tenían una complicidad desde muy jóvenes. Se conocieron en la Universidad Nacional de Bogotá, pero ya no seguían sus estudios; Gabo y Mutis se encontraban en la sala de música donde escuchaban discos y ahí empezó una amistad que duró toda la vida”, señaló Gonzalo García Barcha, sentado en el jardín frente al estudio de su padre que resguarda en su interior varios tesoros, entre ellos, dos fotos con Mutis, en una de ellas, ríen a carcajadas.
Álvaro Mutis caminaba por la casa, jugaba con los hijos de Gabriel García Márquez y bromeaba, siempre tenía una sonrisa en el rostro, pues “Álvaro Mutis siempre te hacía sentir que eras su mejor amigo”, dijo Gonzalo.
“Mi hermano y yo dormíamos en nuestra habitación y escuchábamos la carcajada explosiva de Mutis en la sala, era absolutamente familiar, hicimos varios viajes juntos. Álvaro era una persona de una cultura extraordinaria y podía hablar de cualquier tema de la historia de occidente, sobre todo. En lo particular, aprendí mucho de él; era un gran experto recomendando libros. Y es cierta la historia de que Mutis le dijo a Gabo: ‘Lea esto para que aprenda’, y le dio un libro de Juan Rulfo”, aseguró García Barcha.
Además, relató el hijo de Gabo: “Nosotros crecimos con él, nos conocía bien; era un placer porque no tenía nada de la solemnidad que suele rodear la cultura, era cultura, claro, pero toda gozosa y para disfrutar, Aunque su propia obra tenía un lado muy oscuro, él era una persona muy jovial, le gustaba reír, conversar. Esto será como recibir nuevamente a un viejo amigo en la casa de la familia García Márquez”.
Exposición: Intacta MateriaEl archivo de Álvaro Mutis en su centenario
Del 7 de octubre al 5 de noviembre
Casa de la literatura Gabriel García Márquez.
Fuego 144, Jardines del PedregalSábados y domingos de 11:00 a 18:00 horas
Admisión: 350 pesos
Archivo de Álvaro Mutis
Nicolás Guerrero es nieto del poeta colombiano y recordó que pasó muchas tardes en la casa de Gabo acompañando a su abuelo. Para la exposición, el entrevistado aseguró que “escarbó” en el archivo de Álvaro Mutis y encontró verdaderas joyas.
“Primero vimos qué teníamos para jugar y una vez que trajimos el material a la casa de Gabriel García Márquez, la línea quedó naturalmente, más o menos biográfica. Es un recorrido muy claro por su vida, que empieza en su infancia y cronológicamente va avanzando; se empiezan a cruzar las publicaciones y la correspondencia. El hilo principal es biográfico, y también los amigos y los autores queridos”.
Un dato interesante, es que pese a su exilio de Colombia a México, su paso por Lecumberri y sus múltiples viajes, Mutis dejó un archivo ordenado en su casa.
“Era muy disciplinado, nos sorprendió mucho, incluso hemos encontrado cosas que creo ni mi abuela había visto: recortes de periódico realmente muy antiguos o algún tipo como memorabilia muy oscura. No me queda demasiado claro cómo conservó todo este material por tanto tiempo”, explicó.
El recorrido comienza con algunas fotos de su infancia, Mutis en el río Coello de Tolima en Colombia; sus inicios como locutor en la radio y su primer poema en un papel arrugado que el colombiano tiró a la basura y luego rescató.
También está la primera edición de La Balanza que publicó junto a Carlos Patiño y que se quemó en el Bogotazo de 1948.
“Mi abuelo bromeaba que se había agotado por incineración, debido a que se incendió la librería donde estaba, fue una gran sorpresa encontrarlo entre sus cosas”, compartió.
También están las primeras ediciones de Los Elementos del desastre o el Diario de Lecumberri y hasta una fotografía con el elenco de la película El Planeta de los simios, pues Mutis también fue vendedor de series y películas para grandes estudios, entre otros materiales.
“Una parte importante es la correspondencia con muchos amigos, hay una mesa especial con las cartas de Gabriel García Márquez, donde hablan de música, alguna anécdota o Gabo le pedía cosas: una foto, un portavasos… hay muchas cosas y las van a poder apreciar por primera vez”, aseguró Nicolás Guerrero.
Para su nieto, Álvaro Mutis fue ante todo un poeta, aunque las novelas fueron lo que realmente lo hicieron más público.
“Lo que él escribió durante mucho más tiempo fue poesía, desde muy joven lo hizo y la realidad es que nunca escribió de tiempo completo hasta muy tarde en su vida; fue locutor, hacía doblaje en Los intocables, vendía series y películas, creo que esa parte, de los trabajos más diversos, es muy divertida e interesante. De hecho, en las comidas, le pedían que hiciera una voz de la serie y Mutis fue muy memorable para mucha gente”.
Casa de literatura
Emilia García, nieta de García Márquez, explicó que la familia planea abrir la casa de su abuelo al público.
“Es la cuarta exposición que organizamos y la idea es hacer más. Me gustaría abrir la casa al público un poco más, fuera de los momentos de exposiciones, no queremos ser egoístas. Después de Cien años de soledad, mi abuelo escribió El amor en los tiempos del cólera y Crónica de una muerta anunciada, entre otras en esta casa que se encuentra como la dejó, la gente puede visitar el jardín, la sala, su biblioteca y el lugar de exposiciones".
jk