Liliana Blum aborda en “El extraño caso de Lenny Goleman” (Planeta), su primera novela juvenil, el tema del bullying.
La tristeza de llegar el lunes a la escuela y enterarse del suicidio de su mejor amigo provoca en Alina el replantear muchas cosas, una de ellas es cómo en la naturaleza agresiva y desenfadada de quienes atentan contra alguien no queda ninguna muestra de arrepentimiento. De ahí que en los planos de la vida busque respuestas y quizá va a ser difícil encontrarlas, no en el orden de este mundo, sino en otro que apunta a definir a un extraño ser que entrará de pronto a su vida.
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Su abuela Bube le da un libro del autor Isaac Bashevis Singer, quien habla sobre una creación mística,y que le da voz a una leyenda del pueblo judío que remueve la realidad de Alina. “Una criatura con fuerza extraordinaria y obediente como un robot, sería ideal para resolver el problema de los bullies. El golem podría hacer justicia. Proteger a los desprotegidos. Un superhéroe de verdad” (pág. 49). Y así, en una de esas situaciones raras, con el nombre de Lenny, aparece un golem, e inicia una especie de acto de justicia y va contra quienes atacaban a Daniel.
El golem no mide el peligro; es necesario hacerlo para que quienes cometen actos de denigración a sus compañeros en la escuela entiendan que ya no hay miedo de enfrentarlos.
Daniel dejó algunas cartas a Alina y ahí encontró además de la lealtad del gran amigo, todo el sufrimiento que reflejaba ante el acoso de sus compañeros. En esas circunstancias los recursos de Alina van por confrontar a Mauricio, “la maldad misma encarnada en un cuerpo adolescente”, quien con otros compañeros, como Eugenio, Jorge, Joel, le hacían daño a Daniel, pero no solo a él, sino a otros estudiantes, presos del silencio ante los bullies. Una de ellas, Pandora, junto con Daniel, los únicos en el club de lectura, donde encontraban refugio ante los ataques.
Alina tiene aliados, en esta vida y en otra, como Daniel, el motor que la lleva a cuestionar, desafiar y volcarse a encontrar la verdad, y su abuela Bube es otro de los motivos: dulce, comprensiva y gran aliada hacia los cambios que se acercan.
Con capítulos narrados en primera persona, para tener una cercanía más directa con la protagonista, y otros en tercera persona, el problema del bullying es una forma urgente de comprender ese mundo en el que en muchas ocasiones la justicia no llega. Y si no se detiene, de ahí surgen otros males. En esta novela, el golem es ese vengador ancestral que espera el momento para actuar con su ayuda a los que lo sufren y no están solos, y vaya que Blum aborda de una manera distinta este tema, porque siempre es importante captar de los jóvenes todo ese mundo de emociones, sentimientos y sueños.