En tierras reales de su geografía literaria imaginaria, la figura de Jorge Ibargüengoitia protagoniza la edición 61 de la Feria del Libro de la Universidad de Guanajuato, donde la investigadora Ana Rosa Domenella hizo un llamado a proyectar su obra fuera de México, “porque se le conoce muy poco”.
“De Jorge Ibargüengoitia hay mucho que leer y que trabajarlo desde otros ángulos, sobre todo en las obras de teatro y guiones de cine, que si bien se han editado últimamente, no están trabajados en investigación. Su obra es amplia, no es enorme como la de Carlos Fuentes, pero todavía hay que revalorarlo”, enfatizó la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa.
Para la doctora en Letras Hispánicas por El Colegio de México, resulta indispensable lograr que se lea al autor de Los pasos de López en otros países de América Latina —en España sí se ha publicado—, porque ofrece una mirada distinta acerca de la vida cotidiana.
“Todavía hay muchos ángulos que estudiar, pero lo más importante es proyectarlo, porque yo creo que en cualquier lugar lo van a leer con gusto. Para mí ofrece una mirada distinta sobre la vida cotidiana en general y acerca de la política, los viajes, la historia de México. El que lee Los pasos de López no necesariamente sabe que habla del cura Hidalgo, del padre de la patria, pero siente una desmitificación en temas históricos”.
La conferencia de Domenella estuvo acompañada por algunos objetos que pertenecieron a Ibargüengoitia. Entre ellos se exhibió su máquina de escribir, una libreta de direcciones y hasta un cuaderno con fotografías y apuntes del escritor, los cuales fueron donados por Trevor Rowe, hijo de Joy Laville, esposa del autor.
Hoy, Guillermo Sheridan recibirá el Premio Ibargüengoitia de Literatura.
CLAVES
EL PERIODISTA
Otro de los aspectos que resulta necesario recuperar es su faceta como periodista, porque sus artículos ofrecen una mirada diferente de la realidad.
EL IRONISTA
No le gustaba ser conocido como humorista: “no quiero hacer chistes, así veo a la realidad”, solía decir el narrador. Fundamentalmente fue un ironista.
EL CUADERNO
Entre los objetos donados a la Universidad de Guanajuato se encuentra el Cuaderno rojo, donde se refleja su estancia en Iowa, y que podría ser editado.