De acuerdo con Federico Ibarra, editar un disco de música contemporánea es “una labor bastante ruda que no tiene nada que ver con la composición. Pero si uno quiere que haya un testimonio de lo que uno está haciendo hay que meterse en este tipo de trabajo que es la producción de un disco”.
Recientemente el compositor lanzó dos discos: Orestes parte, ópera en un acto, y el álbum doble Obra orquestal. Resulta reconfortante que el autor que ha dedicado la mayor parte de su producción a la ópera, tenga la oportunidad de dar a conocer también su repertorio orquestal.
El disco Obra orquestal fue grabado con la Orquesta Filarmónica 5 de Mayo, dirigida por el maestro Fernando Lozano. En este caso, hubo un intercambio de ideas entre el compositor y el director para decidir las obras que serían las más adecuadas para grabar. “Este trabajo empezó hace casi cuatro años, pero por diversos motivos no pudo publicarse hasta ahora. Lo ideal es que una orquesta prepare las obras con antelación, pero si no hay que leerlas en ese momento. De cualquier forma el resultado es satisfactorio”, dice Ibarra.
Curiosamente, refiere el director, “una vez grabado el segundo disco del álbum, el maestro Lozano tuvo la feliz ocurrencia de hacer un concierto monográfico de mis obras, aprovechando que todo estaba listo y se había podido ensayar lo suficiente”.
El álbum registra un intervalo largo de tiempo en cuanto a su obra orquestal, que va del ballet de Las imágenes del quinto sol, composición de la década de los 80, hasta música estrenada en 2010, como es el caso de la Cuarta sinfonía o Duelo de siglos.
“En más de 30 años hay toda una serie de cambios en la manera de componer y de los recursos que voy empleando —explica el autor—. Es muy complicado definir un estilo, pero más que estilo, en el disco se pueden ver varias etapas dentro de la composición. A veces pueden ser dar resultados muy dramáticos o determinar obras muy líricas, por llamarlas de alguna manera, o bien por una suerte de combinación de ideas y pensamientos, dar composiciones únicas”.
Ibarra se muestra “apesadumbrado con lo que está sucediendo con la cultura en este momento. Esperemos que haya un cambio en la actitud hacia todo, porque si no, no solo vamos a tener un sexenio donde no se le dé importancia a la cultura, sino que van a ser más años. Y esto, en el caso de la gente que está empezando una carrera o está a la mitad de su vida, puede ser extraordinariamente malo, ya que es un bache dentro de una trayectoria que se estaba dando con altas y bajas”.
Música viva
El álbum Obra orquestal, dice el compositor, “fue grabado en concierto, dado que resulta muy oneroso y complicado hacerlo en estudio. Además de que no hay muchos espacios que puedan albergar a tantos músicos”.