Federico Mastrogiovanni (Roma, 1979) habla de Ayotzinapa y nuestras sombras. Mitologías de una desaparición forzada (Grijalbo), que intenta ser un prisma sobre lo que sucedió y, para él, una manera de cerrar un ciclo.
El libro está ilustrado con dibujos de Daniele Catalli y reúne periodismo narrativo a través de la crónica, la entrevista y el ensayo.
- Te recomendamos Ricardo Garduño en la primera galería de arte de Tim Hortons Milenio Arte
¿Tu libro mira Ayotzinapa desde muchos ángulos?
Lo veo como un prisma, porque todos nos hemos escandalizado en los hechos y hay que desmenuzar aquella noche. Los hechos son fundamentales para entenderse, pero también el contexto, la historia de Guerrero, la represión en el estado, la economía regional, la relación con Estados Unidos, la explotación de recursos naturales y también la manera en la que se organizan los movimientos sociales y se reprimen.
"O sea, ampliemos la mirada y veamos todo esto porque sino, no entendemos la manera en la que han sido aniquilados los estudiantes. Y a la vez, si se reduce su poder y fuerza política revolucionaria y se aplasta a una caricatura de pobres estudiantes, puros, víctimas nada más, no se entiende, porque son luchadores sociales, son gente que sabe organizarse, luchar y por eso han sido aniquilados, no por inocentes, eso no quiere decir juzgarlos y decir que son malos, sino entender donde están políticamente en ese ajedrez".
¿Qué aporta a un tema complicado?
Se revelan cosas, pero en otra dimensión, que es la del razonamiento sobre ese tema, pero no te voy a decir: “Ahora descubrí el testimonio”. No, no es el planteamiento, era necesario para mí, para el editor, y creo que puede aportar algo diferente al debate colectivo.
"Aquí hicimos un trabajo a partir de la idea de que 10 años después de Ayotzinapa era importante desarrollar miradas diferentes a las narraciones habituales, y entonces interpelé a una serie de colegas, pero también familiares de los 43, organizaciones, pero también perfiles diferentes para armar un debate dentro del libro entre voces distintas y que pudieran aportar pensamiento sobre cómo nos afectó como sociedad, desde diferentes puntos de vista".
En el libro, el periodista escribe: “Vine aquí porque me dijeron que hay un misterio que resolver. Porque dicen que aquí es donde empieza una historia aparentemente sencilla que en 10 años se volvió un rompecabezas sin solución”.
¿Qué integraste a tu libro?
Muchas cosas, por ejemplo, una entrevista a Amat Escalante que habla de cómo su idea de la película Perdidos en la noche venía de la intención de hacer una película sobre lo que ocurrió en Ayotzinapa y no se hizo, pero quedaron algunos elementos. Está una entrevista a un escultor que construyó los antimonumentos que están en la Ciudad de México; también a Everardo González, que es el director del documental con el que estamos trabajando sobre desaparición forzada; abogados, organizaciones sociales. Cada uno aporta un razonamiento desde un lugar distinto y a veces sorprendente.
- Te recomendamos Con versos surrealistas y oscuros, lagunera da vida a pinturas de Remedios Varo Literatura
¿Qué entrevista destacas?
Todas, pero hay una que me parece importante y es la de Héctor Cerezo, del Comité Cerezo, que explica muchas cosas, por ejemplo, el tema de cómo las desapariciones forzadas son una pedagogía del terror que se aplica a la ciudadanía y a los que están levantando la cabeza, a los que son rebeldes, a los que están en lucha en contra del sistema socioeconómico y funciona como pedagogía del terror porque es un disciplinamiento social de decir: “Si tú sigues levantando la cabeza, si tú te sigues organizando para luchar en contra de algo que te parece inaceptable, vas a ser aniquilado y desaparecido y borrado”. Y esto funciona porque implica pensarlo 50 veces antes de organizarse.
“La noche entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014 cambió a México para siempre. ¿Ah, sí? ¿Será? ¿De verdad lo ha cambiado? ¿Cuánto tiempo es “siempre”? ¿Hasta cuándo se recordará esa fecha? ¿Cómo se han construido las mitologías sobre Ayotzinapa?”, escribe en el libro.
¿Por qué decidiste escribirlo?
Era como cerrar un círculo que empecé hace 10 años con Ni vivos ni muertos, que salió publicado en mayo de 2014 con Grijalbo sobre la desaparición forzada, entonces a mí me servía hacer este tipo de razonamiento, de ir cerrando hilos que fui pensando a lo largo de los años, más como un razonamiento a partir de todo lo investigado y creo que aporta cosas diferentes.
- Te recomendamos Inauguran la exposición 'Arte en movimiento' en Los Pinos Cultura
BSMM