Felipe Cifuentes, Áureo Baqueiro y Leonel García, en El Arte de la Canción

Colección Milenio Arte

Las sirenas hechizaban a los marinos, los barcos se perdían en altamar. Las sirenas bellísimas, arrastraban a los marinos al fondo del mar. Los hombres más rudos, valientes, arriesgados, veían una sirena y se dejaban ir, a perderse con ellas. He aquí

Ciudad de México /

SIRENA

Las sirenas hechizaban a los marinos, los barcos se perdían en altamar. Las sirenas bellísimas, arrastraban a los marinos al fondo del mar. Los hombres más rudos, valientes, arriesgados, veían una sirena y se dejaban ir, a perderse con ellas. He aquí a una sirena urbana.

Leonel García, coautor de la canción, recuerda “Sirena es una canción que nace cuando estamos haciendo nuestro primer disco como Sin Bandera. El maestro Áureo nos estaba ayudando a darle forma a esta idea. Necesitábamos una canción que tuviera ritmo. Entonces recuerdo que estaba muy clavado con un disco de Shaggy, se llama Hot shot, y quería hacer algo en esa onda. Mi intención era hacer una canción que te hiciera sentir bien. Se me ocurrió que la sirena era una figura interesante, que estaba relacionada con la mujer, con la tentación, el deseo, con esto que no puedes controlar. La usé como un símbolo y el maestro Áureo me ayudó a darle forma a la canción”.

Áureo precisa el trabajo en equipo “Las imágenes de la sirena, las bellas letras del maestro García, nos permitían el movimiento rítmico de la canción, dar ese rango. Visualmente la sirena nos da esa sensualidad, energía, movimiento”.

Felipe es un artista que mezcla seres míticos y seres cotidianos, crea una sirena en su casa, “Ya la había oído desde Colombia hace varios años. El tema de la sirena es muy ambiguo, porque es un ser que es mitad humano y mitad animal. Me fui por la imagen que se popularizó en la edad media, es la mujer sensual, mitad humana y mitad pez, y quise sacarla de ese ambiente. Entonces la puse en una casa, pero desde un ángulo que sugiriera cierta profundidad. No sabemos si quien la ve está nadando hacia ella, o la ve desde lo alto mientras ella duerme un poco”.

Pescar una idea o la inspiración es tan difícil como pescar una sirena, nos cuenta Leonel: “No sirve copiar, es la inspiración, la sensación que te causa una canción. Quería la sensación de sentirse bien, este vaivén, pero traducido a mi lenguaje que es un lenguaje más dulce. Lo encarné en una sirena, porque este personaje tiene el poder de robarte la cordura”.

Áureo tiene su visión de esa inspiración: “Una vez que tienes el objetivo emocional, te metes en ese mundo y vas detectando los diferentes caminos que puede tomar la canción. Es inspiración, y también son años de trabajar en composición, saber cómo llegar a las ideas o cómo buscar esas ideas. Es el trabajo de todos los días de estar depurando tu obra, tu arte y tu talento”.

El dibujo lleva la fantasía a otros términos, nos dice Felipe: “Al tratar el tema de la sirena que es un tema tratado por Homero, por Ovidio, que finalmente, al ser una canción, entonces quise que fuera una sirena urbana. Eso me dio la clave para enfocar mi interpretación. Entonces ella regresa a tu casa, plantear esa ambigüedad y ponerla afuera de su entorno: en un sofá, en unas ventanas que pueden ser de cualquier lado”.

La sirena regresa, atrapa a su amante, y con su canto lo hechiza.

  • Avelina Lésper

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