Hay 22 años de historia en lo que hoy es la Feria Internacional del Libro de Coahuila (FILC), desde hace cuando menos tres consolidada como la “casa de los escritores coahuilenses”, pero también como el mejor detonador para diferentes iniciativas de fomento al libro y a la lectura, como sucede en esta edición, con la distribución gratuita del libro Los niños del mezquite.
“Estamos editando libros que se distribuyen de forma gratuita y que tienen eco en otros espacios, como el libro infantil Los niños del mezquite, el cual se está entregando en los hospitales de Coahuila a cada recién nacido durante la feria, en un acto simbólico que reitera el compromiso de la administración estatal con el desarrollo cultural, con el fomento a la lectura”, en palabras de Salvador Álvarez, director de Cultura Escrita de la Secretaría de Cultura de Coahuila.
La actividad se concibe como todo un proceso benéfico que parte de una actividad emblemática, como lo es la feria, pero que permite fortalecer lo que se hace de manera permanente en la institución con respecto a los libros y a la lectura, “no sólo en los espacios tradicionales, sino en aquellos en los que existe toda la actividad humana”.
“Por eso, además de representar la oportunidad de tener acceso a una gran cantidad de ediciones, la FILC representa muchas otras cosas: Coahuila vive en la actualidad un gran momento literario, sus creadores han crecido mucho, de una gran calidad, ganan premios nacionales e internacionales; además de convertirse en la casa de las personas que aman la cultura escrita, también es la casa de los escritores coahuilenses”.
A desarrollarse hasta el 19 de mayo, el encuentro editorial y literario tiene como eje el tema Migración: historia e identidad, con Japón, Sinaloa, El Colegio Nacional y ACNUR, como los invitados de honor; en el Centro Cultural Universitario campus Arteaga, de la Universidad Autónoma de Coahuila, se encuentran representados alrededor de 500 sellos editoriales.
“Se trata de difundir la obra y la trayectoria de los escritores, pero también provocar un intercambio gozoso con los autores nacionales e internacionales que nos visitan, de tal suerte de que podamos detonar aún más no sólo el desarrollo cultural en general, sino el desarrollo de nuestros creadores literarios”, enfatizó el también director de la FILC.
No menos importante dentro de los esfuerzos de la administración estatal, encabezada por Miguel Ángel Riquelme, y de la Secretaría de Cultura, a cargo de Ana Sofía García Camil, ha sido el provocar un movimiento social y económico que beneficie a esta región del estado, pero en general a toda la entidad. En esta edición de la feria ya se logró salir de Arteaga, habrá actividades en Monclova y en Torreón relacionadas con los autores que participan en la feria y con los organismos que colaboran con nosotros.
“El Librobús del FCE, por ejemplo, estará visitando los municipios de Arteaga, Ramos Arizpe, Saltillo, General Cepeda y Parras en el marco de la feria. A lo largo de los 22 años de la feria también hemos logrado, de tres años para acá, un fortalecimiento en la relación interinstitucional, con las empresas comerciales y editoriales que nos visitan, de tal suerte que esto sea algo que trascienda y no se quede nada más en 10 días y en un solo lugar”, aseguró Salvador Álvarez.