Fernando del Paso no fue un escritor mexicano más. Fue un tejedor de la Historia, con mayúscula, pero fue también el poeta que había estudiado economía, el pintor con pasión por los protagonistas del pasado y el diplomático adorador de la cocina.
Del Paso (1 de abril de 1935, Ciudad de México) arrojó sus primeras letras en el atribulado mundo de la publicidad, cuando tenía 20 años. Sólo tres años después publicó su primer libro, el poemario Sonetos de lo diario (1958).
A partir de ahí, su bibliografía no dejaría de ser alabada: su primera novela, José Trigo, ganó el Premio Xavier Villaurrutia en 1966. Ese libro inauguró una trilogía completada por Palinuro de México (1979), galardonada en Venezuela con el Premio Rómulo Gallegos de 1982, y Noticias del Imperio (1987), enorme examen sobre Maximiliano de Habsburgo y Carlota de Bélgica, emperadores de México entre 1864 y 1867.
Vivió en Londres más de una década, entre 1970 y 1985. Ahí fue locutor de la BBC y más tarde se mudó a París para convertirse en agregado cultural de la Embajada de México, antes de ser cónsul, entre 1988 y 1991.
En la capital francesa también fue guionista y productor de programas para Radio France Internationale.
Del Paso lidió con problemas de salud desde hace décadas. En 1990, cinco años antes de su debut en la novela policiaca con Linda 67: Historia de un crimen, sufrió un infarto que lo mermó notablemente. Pero, recuperado, siguió creciendo su universo literario: publicó Cuentos dispersos (1999) y ensayos como El coloquio de invierno, con Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez (1992) o Memoria y olvido, vida de Juan José Arreola (1994); además de las piezas teatrales La loca de Miramar (1988), Palinuro en la escalera (1992) y La muerte se va a Granada (1998).
En junio de 2009, entró en la Academia Mexicana de la Lengua con un discurso sobre el sefardí.
La FIL de Guadalajara le entregó su máximo galardón en 2007, pero el escritor tocó la cumbre de su prestigio en 2015, cuando se le concedió el Premio Cervantes por su “capacidad integradora de elementos como la historia, el humor o la política”.
mrf