Consolidado como uno de los principales festivales que se organizan en el país, el Marvin ha anunciado su novena edición que se celebrará el 16, 17 y 18 de mayo en el Circuito Roma-Condesa.
El sello característico de las más recientes ediciones ha sido convocar a leyendas del pasado más músicos de actualidad. Esta ocasión el cartel lo encabezan Wire (Reino Unido), Lydia Lunch (Estados Unidos) y Kenji Damo Suzuki (Japón).
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Fundado en 1976, Wire tiene al punk como base de su estilo; ha grabado 16 discos, siendo el más reciente Silver/Lead (2017). Y para mostrar que no todo fue Patti Smith en el movimiento punk de Nueva York, viene Lydia Lunch que fue parte del movimiento no wave de la Urbe de Hierro al lado de gente como Alan Vega, y que es la respuesta al new wave inglés. Su carrera igualmente arrancó en 1976 y su primer disco, Queen of Siam (1980), es un clásico.
Kenji Damo Suzuki fue vocalista del grupo avant-garde alemán Can en su mejor periodo; Tago Mago (1971) y Future Days (1973) son sus discos fundamentales. Él se hace acompañar de músicos del país que visita. Grupos de México, Estados Unidos, Argentina , Chile, Suecia y Colombia completan el festival. The Guadaloops, Emmanuel Horvilleur, Aczino/ Bully y Los Nastys son algunos de ellos. Stand-up comedy, conferencias, cine y talleres lo completan.
Platicamos con Cecilia Velasco, directora, y con Uili Damage, curador al lado de Manu Charritton, de cómo se cocina el festival y otros detalles.
—Se acaba de hacer el anuncio de la nueva edición del festival, pero obviamente ya están comenzando a trabajar en el próximo. ¿Pueden platicar cómo es una junta? ¿Todo fluye pacíficamente o si hay peleas?
Cecilia Velasco (CV): La verdad es que empiezan muy temprano. La primera se hace al otro día que termina el festival. Se trata de ver qué pasó, qué cosas fueron buenas, las experiencias que tuvo cada quien. Ese intercambio es la primera reunión. Ahorita ya tenemos una lista de cinco bandas que queremos para el año que entra. Sin duda las cosas cambian y van moviéndose, pero ya tenemos visibilidad de lo que nos gustaría. Entre Manu, Uili —ellos más— y yo debemos haber escuchado 800 bandas; somos muy democráticos, pero siempre hay mayor peso con Uili y Manu, que son los que están más en ese tema. Todos votamos y tenemos un ojo, o más bien, un oído abierto a lo que proponemos. Se trata de traer y luego elegir lo mejor.
Uili Damage (UD): Claro que nos peleamos. Me peleo mucho con Manu, con Ceci... Nos peleamos todos con el espíritu de lograr una súper fiesta, pero de que nos agarramos a carrotazos, con todo gusto; es parte de la emoción de convencer a mi compañera y a mi compañero de escuchar una banda increíble, una canción brutal que quiero que la escuche todo mundo y que, por una razón u otra, acaban en la revista Marvin y en el festival. Sin esas peleas, esas canciones y esos grupos no llegarían a tanta gente como queremos.
—El Festival Marvin se ha distinguido trayendo leyendas, pero eso no significa un éxito de antemano, también es un riesgo.
CV: Sí, todos ellos todavía tienen algo que decir. Tienen trayectorias largas y no necesariamente van a llenar estadios, pero la magia del festival también está en verlos en esos espacios muy íntimos. Cambia la experiencia de verlos.
UD: No tenemos una lista prehecha de lo que vamos a traer. La trabajamos muchísimo. Ahorita ya cerramos el cartel de esta edición y ya estamos rastreando por bajo de las piedras para la siguiente edición. La chamba no para; estamos ya a toda velocidad. No se trata de dejar grupos de lado, te quedas con el talento que está disponible y eso es otra cosa. Y eso pasa con los head-liners y las bandas emergentes; se puede tardar años para traerlos. Por ejemplo, el grupo mexicano URSS Bajo El Árbol tocó en la primera edición del festival y ve cuánto tiempo se tardó en regresar.
—¿Quién propuso traer a Lydia Lunch?
UD: Fue entre todo el equipo. Tuvimos la suerte de que el mánager que nos contactó para traer al grupo brasileño Os Mutantes, también es mánager de Lydia Lunch. Cuando nos presentó el catálogo de quien estaba disponible, ella apareció y dijimos "Ahora o nunca". Así también fue con Damo Suzuki; fue con gente que estaba cercana a él. Ahorita presentamos la primera parte del festival; faltan las conferencias. Vamos a tratar de que Lydia dé una Master Class aplicada a la escritura y de que firme discos. Y sorpresas como ésa estamos acumulándolas para dar pronto otro anuncio importante.
ASS