Entre las actividades que se desarrollan en Torreón por el Festival del Sotol fue presentada la novela “Los Violentos del Sotol” del autor Jesús Santos Landois, en las instalaciones del Museo Arocena durante la tarde de este jueves, donde se contó con la participación de Salvador Álvarez de la Fuente y Rodolfo Esparza como presentadores.
Aunque el autor no pudo estar presente, en su lectura de 151 páginas deja ver su esencia. Una novela que se traslada a los campos de la zona carbonífera de Múzquiz, Coahuila, es descrita como una historia donde los buenos actúan como malos y los malos como buenos, tal como lo señaló en su oportunidad el presentador Rodolfo Esparza.
Adelantó que la historia se traslada al año 1918 a una ranchería denominada La Vinata de Soledad, donde estaba una fábrica de sotol, una planta de las más importantes del desierto mexicano, sin embargo, esta bebida no resulta el centro de la historia.
“Lo interesante es que el título de la novela parece no tener relación con la narración, porque fuera de la descripción en la planta del sotol y el lugar donde principia la narración, el vocablo del sotol casi no aparece, cuatro veces en toda la novela, y nunca en situación de abuso, quizá el autor buscó establecer que en tierras de sotol también crecen malas hierbas”, comentó.
El mismo Rodolfo Esparza se encargó de la descripción general del texto, donde todo empieza en un baile en dicha ranchería, con el protagonismo de Adelina, pareja de Cenobio, así como un coronel que buscó arrebatarle el amor a la mujer sin éxito alguno, por lo que se enfrentarían en una discusión que no llegaría lejos.
En tanto, todo se complica cuando días después el coronel se topa con quien pensaba que era Cenobio, con quien tenía cuentas pendientes, para darle un tiro mortal que resultaría ser el hermano de su rival, lo cual desataría su arresto y posterior fuga con otros forajidos para desarrollar muchas aventuras.
Respecto al texto, el presentador Salvador Álvarez expresó que describe a la novela como un corrido largo, “donde hay muchas imágenes, donde se puede escuchar la música norteña de fondo, pero sobre todo donde entiendes, escuchas y hasta te emociona la forma en que va describiendo a esta tierra y los personajes que son muy familiares para los que crecimos en el norte”, compartió.
Añadió que el reconocer a una planta como el sotol resulta indispensable para verlo con su presencia histórica en la región, ya que el sotol sólo tiene denominación de origen en los estados de Durango, Chihuahua y Coahuila, el cual lo tiene declarado como patrimonio cultural inmaterial.
EGO