'Variantes del crepúsculo', historias que se entrecruzan en la FIL Coahuila 2021

Alfredo Campos Villeda presenta su nuevo libro el próximo domingo en la Feria de Arteaga con la participación de la novelista Ligia Urroz y Jorge César Gómez, director general de Radio Coahuila.

El periodista, también autor del volumen Septiembre letal sobre los sismos de 2017, en su estudio de Ciudad de México. | Especial
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

En Variantes del crepúsculo, a presentar el próximo domingo en la Feria Internacional del Libro Coahuila 2021, Alfredo Campos Villeda (Ciudad de México, 1967) entrega un inventario ingenioso e interconectado con temas aparentemente alejados pero que se van enlazando, constituyendo un tejido fino donde cruza las historias que conjugan con brevedad y concisión. Su receta es leer en abundancia para escribir con placer. O viceversa. 

Campos Villeda, director de MILENIO Diario nacional, comenta en entrevista sobre su nuevo libro, que presentará junto con la novelista Ligia Urroz y Jorge César Gómez, director general de Radio Coahuila, en la Sala Enriqueta Ochoa en Ciudad Universitaria, en el municipio de Arteaga, Coahuila.

Consultado sobre el capítulo dedicado a los sicarios, que va del origen de la palabra al apellido de Rubén Blades y luego cae en la novela La virgen de los sicarios, de Fernando Vallejo, el autor apunta en entrevista: 

“Esa entrega tuvo mucho éxito. De hecho el escritor Jordi Soler lo comenta en el generoso prólogo que hizo para mí, creo que logré ahí reunir una serie de personajes que no tienen que ver uno con el otro en apariencia pero resultó una historia muy interesante sobre el tema”. 

El periodista polaco Ryszard Kapuściński decía en manuales y talleres para periodistas que por cada página publicada deben ser leídas al menos trescientas y Campos Villeda lo cumple a cabalidad y no solo en su lengua, pues es lector en cuatro idiomas: español, inglés, francés e italiano.

Autores en momento indicado

Su prosa, con elegante ironía, alcanza para hablar desde el yo y confiesa que los autores y los libros deben encontrar al lector en el momento indicado. Eso le ocurrió cuando comenzó a leer a Antón Chéjov, dramaturgo y cuentista ruso excepcional. 

“Eso lo aprendí leyendo a mis casi cincuenta años por primera vez a este autor y me di cuenta de que si lo hubiera leído de joven, lo hubiera dejado, no me hubiera llamado mayormente la atención, pero leyéndolo a la edad que lo leí lo disfruté, vi reflejos propios en los parlamentos de los personajes y por eso creo que hay autores para cierto momento y otros simplemente hay que dejarlos para mejor ocasión. A mí me pasó con Jorge Luis Borges, lo empecé a leer muy joven y no entendí nada. Lo redescubrí años después y ahora es de mis escritores favoritos”. 

En otro capítulo se refiere a los libros desagradables. “No en el sentido de que sean malos, sino que en algún momento tienen un efecto físico en el lector, fisiológico”. Y cita al peruano Mario Vargas Llosa: 

“Ahorita que lo mencionas me acuerdo de un capítulo de La fiesta del Chivo en el que narra una violación que hace el dictador Leonidas Trujillo a una niña y realmente tuve que dejar el libro porque me dieron náuseas, me revolvió el estómago. Me refiero a ese tipo de lecturas, muy duras”. 

El imaginario de este periodista-escritor es grande, sin duda. Una lectura a los personajes y la serie de situaciones vinculadas que construye a través de la literatura, el cine, la música, la ciencia y la vida cotidiana quizá nos harán devolver los pasos por el camino de la curiosidad hacia el conocimiento.

 De ahí que en terreno periodístico su crítica también sea tan provocativa. 

“Yo siempre he pensado que esto es de ida y vuelta. En la escritura tiene que haber necesariamente la participación del lector, porque si no es así, se queda uno en el vacío. De hecho, desde mi columna ‘Fusilerías’ en MILENIO, he llegado a hacer cosas experimentales como cuando escribí un artículo, cuando estaba muy enfermo Hugo Chávez, y decían que iban a hacerle una estatua y tenía cáncer y se le acusaba de violaciones a los derechos humanos".

“Hice un texto sin decir el nombre del entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, hablando de un dictador con cáncer al que le hicieron unas estatuas y que estaba acusado de violaciones a derechos humanos, y solo hasta el final yo aclaraba que estaba reseñando un libro sobre Mao TseTung, pero ahí te das cuenta de cómo es que mucha gente no lee, porque solamente vieron la cabeza y el primer párrafo y comenzaron a lanzarme una serie de mensajes reclamándome e insultos de gente pro Chávez”. 

Campos Villeda, autor también de Septiembre letal, editado por MILENIO, sobre los sismos de 2017, invita a la lectura no solo de su más reciente libro sino de los elementos que dan sentido a la vida: música, periodismo, historias del séptimo arte, literatura, política y hasta la complicidad con la madre o el padre, ambos también personajes que pueden hacer de lo cotidiano algo extraordinario.

CALE

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