FIL Minería, una edición con pocas actividades

Solo habrá cinco por día, porque “no hay quien pueda quedarse horas frente a la computadora”, dice Fernando Macotela, director del evento.

Baudelaire será uno de los autores celebrados. Étienne Carjat
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

En los últimos años, el promedio de actividades de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FIL Minería) rondaba las mil 400. Para este año, los organizadores decidieron realizar solo 60, cinco por día, bajo la certeza de que no es posible mantener la atención de los lectores a lo largo de una jornada.

“En nuestras reuniones de trabajo solía comentar: si esto va a seguir así, las actividades virtuales van a ir topando el horario de todo el mundo, habría mucha competencia y no hay quien se pueda quedarse horas y horas frente a la computadora viendo el programa completo”, cuenta Fernando Macotela, director del encuentro, al hablar de la edición 42 de la feria, a desarrollarse del 18 de febrero al 2 de marzo.

Además de la necesidad de ofrecer un balance en las actividades, lo que se decidió al interior fue ajustar el programa de siempre y ofrecer una actividad de cada programa que suelen hacer en la feria presencial, con mil 400 actividades, como los ciclos de divulgación científica, de cultura de la legalidad, de medicina, de equidad de género. “Los mantuvimos porque en una feria normal tenemos 13 salones funcionando cada hora, según el día de la semana, eso nos daba espacio para todo el programa de actividades”.

“Como la vida de todo el mundo ha estado patas para arriba, porque se nos alteró todo nuestro trabajo y nuestra vida doméstica, nos fuimos adaptando a las circunstancias. Mantuvimos la estructura del programa que siempre tenemos: vamos a conmemorar efemérides, como el centenario del fallecimiento de López Velarde. Otras actividades serán para Charles Baudelaire y Fiódor Dostoievski, por el bicentenario de su nacimiento, y Tito Monterroso, a 100 años de su natalicio, pero es poco comparado con la lista de otros años”.

Difícil decisión

Para Fernando Macotela, tomar la decisión no resultó nada fácil; reconoce en entrevista que, al principio estaba un tanto escéptico sobre la cuestión virtual, al grado de pensar en solo tres actividades por día. Pero cuando se lanzó la invitación se dieron cuenta que no era posible tener 36 actividades y pensaron en cinco actividades por día, donde solo la UNAM tendrá un mayor número a su cargo y las editoriales si acaso una en todo el programa.

“Cuando terminamos el 2 de marzo la edición del año pasado, nadie esperaba que esto sucedería: ya había amenaza de la pandemia y 10 días después cerró la UNAM, entonces consideramos que daría tiempo a que pasara todo y haríamos una feria presencia para el 2021. Lo más duro era tomar una decisión con tantos meses de anticipación sin saber lo que iba a pasar, cuál iba a ser la situación. Nunca faltó quien pensara que no se iba a prolongar tanto… fueron muchas discusiones, siempre a la distancia”.

Myriam Moscona, David Huerta, Alberto Chimal, BEF, Celia del Palacio, Vicente Quirarte, Rosa Beltrán, Sara Sefchovich, Rafael Pérez Gay, Rocío Cerón, Julián Herbert o la escritora española Irene Vallejo, quien presentará el libro El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo, forman parte del listado de autores que participarán en la feria.

“La feria no va a ingresar un centavo, porque no se alquilaron los estands y no se venderán boletos y se ha hecho en las fechas en las que estuvo anunciada para recordarle al público que en esos días sucede la feria y que esperamos regresar a la fórmula de antes”.

A diferencia de otros encuentros editoriales, la Feria Internacional de Minería no tendrá un portal de venta de libros, aunque apuestan porque las ventas en línea de librerías y editoriales contribuyan a paliar esta ausencia. 

Industria librera frente a la realidad

Diversas asociaciones vinculadas con el libro hicieron un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador para que sean ratificadas “como esenciales de manera permanente por todos los niveles de gobierno”, en una carta a la que se han adherido no solo libreros, editores o impresores, sino hasta la FIL de Guadalajara.

 “No estamos pidiendo nada extraordinario, operamos bajo las estrictas normas de sanidad. Además, al estar cerrada la distribución de las editoriales, no podemos llegar a otros estados de la república”, en palabras de Juan Luis Arzoz Arbide, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana.

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