La intención de Guillermo Berrones por recopilar en El Gran Cancionero del Noreste la mayor cantidad de melodías que le dieran identidad a esta zona del país, lo llevó a darse cuenta de la prominente aportación del compositor Julián Garza, conocido también como 'El Viejo Paulino'.
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Fue por esto que el autor de este libro se dio a la tarea de escuchar vinilos, casetes, discos y todo lo que pudiera contener las composiciones del Amo del corrido, para recopilar casi 200 títulos.
"Vimos que sólo con sus canciones y corridos se llena toda una época y constituye una fracción importantísima en el universo poético y musical de la región.
"Estas conversaciones me hicieron tomar la determinación de empezar el registro por lo más inmediato en la memoria colectiva: la creatividad de Julián Garza", narra Berrones en la introducción de su libro.
Además, el ejemplar cuenta con testimonios del compositor, recolectados de algunas entrevistas y encuentros que Guillermo Berrones tuvo con él, antes de su fallecimiento en el 2013.
"Me entrevisté con Julián para leerle en voz alta cada una de sus composiciones e ir rectificando algunas expresiones y palabras que se prestaban a confusión al momento de escucharlas en las grabaciones. Su paciencia me permitió mejorar sustancialmente algunas dudas.
"Cada sesión resultó enriquecedora. Finalmente intenté editar ortográficamente cada composición con la intención de que el lector pueda seguir el sentido narrativo sin menoscabo de su valor poético y sin alterar tampoco su estructura sintáctica y musical", señala el libro.
De todas estas anécdotas resalta una que hace referencia al florido vocabulario que utilizaba Julián Garza en sus últimas composiciones, como El Mono de Alambre y Era Cabrón el Viejo.
"Aquella tarde, adelantándose y en una especie de justificación que no pedí, Julián comenta: oye, si Plastilina Mosh, El Gran Silencio, Cabrito Vudú y todos esos grupos, que andan de moda, no tienen el menor respeto ni recato para decir una sarta de chingaderas en sus composiciones, yo dije: por qué el corrido, que es del pueblo y para el pueblo, no puede usar su propio lenguaje; y compuse este corrido.
"Era cabrón el viejo, no solo es un parteaguas en la poética de Julián Garza, lo es también para el corrido y para la música regional norteña", comenta Berrones.
Esta edición cuenta también con un apartado toponímico de los lugares que se mencionan en las distintas letras de corridos y canciones, así como un glosario de expresiones y palabras muy regionales, además de varias precisiones de nombres y fechas que puedan orientar al lector.
El Viejo Paulino, Poética Popular de Julián Garza, recolecta corridos que fueron primero tradición boca a boca, que el autor primero cantó y después pasó al papel, y solo así, nos dimos cuenta que eran poesía, como afirma Víctor Zúñiga, en el prólogo de la obra.
"Es también –y lo es de manera esencial–un escritor de poesía. Cierto, poesía para ser cantada, que narra hechos, que sigue métricas preestablecidas por la tradición de los corridos; poesía, pues, si se quiere, popular, en contraposición a la no-popular (cualquier cosa que sea eso)".