Alberto Chimal nos invitó a su casa y nos contó cómo vive la FIL Guadalajara virtual

Alberto Chimal es uno de los escritores que año con año asisten a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Pero esta vez, a causa de la pandemia de covid-19, la FIL se realizará de manera virtual.

En esta plática, Alberto nos cuenta en primera persona cómo se prepara para disfrutar de este evento literario. Nos habla de su biblioteca, de algunos libros que ha conseguido en ediciones pasadas de la FIL y nos comparte algunos consejos para disfrutar la edición 2020 desde casa.

Mi espacio literario

Mi espacio ya está bastante dedicado a los libros. En nuestra estancia tenemos libreros. No es precisamente la mayor biblioteca del mundo, pero sí está reunida con mucho afecto, con mucho cariño a lo largo de años.

Parte de lo más importante que tenemos en nuestra sala de estar, donde solemos estar la mayor parte del tiempo, además de adornitos y figuritas, son libros.

Mis hallazgos en la FIL

Muchos libros han venido de la FIL de Guadalajara. Es un lugar al que no solamente vamos a participar en eventos, sino también un lugar al que vamos a buscar libros.

(Ahí encontré) una cosa muy simpática, quizá solamente para fans. Una antología de cuentos de Doctor Who, este personaje de la BBC cuya serie ha estado al aire durante más de 50 años. Esta colección está dedicada con un cuento a cada una de las versiones distintas del mismo personaje del doctor que aquí en México llamaban el Doctor Misterio. Trae autores muy conocidos en México, como Neil Gaiman y otros menos conocidos de la Literatura Infantil y Juvenil inglesa. 

Otro es un libro de Anna Starobinets, una escritora rusa muy interesante dedicada a la literatura de horror, una de las más importantes de la actualidad, algo así como el equivalente de Mariana Enríquez, aquella gran escritora argentina, pero en Rusia.

Otro libro que proviene de la FIL es La nueva taxidermia, de Mercedes Cebrián, una escritora española estupenda a la que tuve ocasión de presentar allá en la feria en alguno de los eventos. Yo no sabía de la obra de esta autora y en aquel momento me tocó conocerla y fue algo bien interesante, cosa que no hubiera sucedido de no haber mediado la FIL.

Mi recinto ferial este año: mi computadora

Algo bueno que ha sucedido —de lo poco bueno que ha sucedido en este año horrible de la pandemia— es que hemos descubierto nuestras capacidades para realizar este tipo de actividades utilizando la tecnología digital. Mi recinto ferial este año será mi computadora, que es donde he estado trabajando y haciendo todo últimamente, dando talleres y charlas, haciendo todo el trabajo habitual que uno suele hacer. Ésta se ha convertido en mi ventana al mundo.

Desde el siglo XIX ya se estaba hablando de la idea de comunicarnos por medio de herramientas de tecnología remota, haciendo esto que ahora llamamos videoconferencias o videollamadas. Y la verdad es que nunca se había realizado con la intensidad, con la constancia que se está haciendo ahora a la que nos obligan las circunstancias, y eso me parece bueno. Es una señal de que lo hemos hecho muy mal, de que no hemos aprovechado la tecnología como podíamos haberlo hecho, pero también de que hay nuevos públicos. 

Constantemente cuando se dan cursos, talleres, conferencias, charlas, lecturas, en lugares del "mundo real", constantemente nos dicen: ‘¿esto no lo van a grabar?, ¿no lo van a subir a internet?’. Y les tenemos que decir que no, porque no hay planes, infraestructura, interés o dinero. Ahora que estamos experimentando esta emergencia que nos obliga a tomar medidas que de otra manera no habríamos tomado, de veras se está descubriendo que este interés puede satisfacerse y puede dar para que nuevas personas descubran libros, lecturas, autoras y autores.

Ventajas y desventajas de una feria virtual

Creo que sí habrá deficiencias, va a haber cosas que no se pueden sustituir. Obviamente el contacto humano es insustituible, pero creo también que podemos encontrar cierto tipo de contacto a través de los medios de los que disponemos: chatear, hacer preguntas en línea. En muchos eventos se abre el micrófono.

De pronto a las personas les da pudor, timidez en un momento dado, tratar de comunicarse con la persona que está hablando. Al contrario, hay que aprovechar la oportunidad, y si es posible hacer preguntas, incluso, aunque no se consideren usuales. Aunque a alguien las pudiera considerar raras o demasiado obvias. La mayoría de quienes escribimos, estamos dispuestos a responder dudas, incluso elementales, que finalmente no son cosas que uno nazca sabiendo, ni que se aprenden en la escuela.

Busca autores que no conozcas

Todos los eventos relacionados con la feria tienen la invitación a conseguir los libros de las autoras o autores implicados. Cuando uno está en su recinto ferial virtual frente a su pantalla, puede hacer la búsqueda de aquellos materiales de los que se habla, y aunque no se pueda de momento conseguir el autógrafo físico, ciertamente se puede conseguir el texto, que finalmente es lo más importante.

Otra cosa que vale la pena intentar en esta feria virtual es que nos asomemos a eventos ante los que no estemos prevenidos. Buscar autores de los que no sepamos nada, libros de los que no sepamos nada, a ver qué pasa.

Si contamos con el tiempo, con la posibilidad de conectarnos, por qué no hacer lo que a veces no se puede hacer en el recinto ferial, que es seleccionar un evento al azar, visitarlo y ver qué pasa. Será una posibilidad de sustituir el pasear por el recinto. 

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