Ana Bacalhau comenzó su carrera siendo la voz del grupo Lupanar, que en 2005 grabó el disco Apertura con una divertida mezcla de world music y jazz.
Un año después, junto con José Pedro Leitão (contrabajista de Lupanar y su actual marido), se unió a sus primos, Pedro da Silva y Luis José Martins, para crear el proyecto Deolinda, de música popular portuguesa.
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Aunque su estilo estaba inspirado en el fado, desde el principio le dieron una personalidad única a sus interpretaciones, olvidándose de la guitarra portuguesa y de las letras tristes. En cambio, agregaron temas que, sin perder su identidad nacional ni la inspiración de personalidades como Amália Rodrigues, Madredeus y José Afonso, ponían a la gente a bailar.
Además, Ana solía vestirse con ropas coloridas de diseño extravagante, a diferencia de las cantantes de fado, siempre portando un negro riguroso en su ropa.
Otra aportación que los hizo diferentes fue que gran parte de sus canciones se refieren a un personaje de ficción creado por los músicos llamado Deolinda, una chica soltera, enamoradiza, poco atractiva que vive en un barrio popular de Lisboa.
Después de diez años cantando con la agrupación hizo una pausa para ser mamá y regresó a los escenarios transformada en una solista que, sin perder sus orígenes, ahora explora el pop en una versión alegre y desenfadada con su álbum Nome Própio, editado en 2017.
Como plus para los amantes de los libros, Ana se graduó en Lenguas y Literaturas Modernas, además de ser licenciada en bibliotecología.
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