Anabel Hernández: los corridos tumbados son una “campaña propagandística” del narco

Siempre vemos las historias y noticias de los capos desde sus violencias, pero no sabemos cómo son como padres, como hijos, maridos o amantes. Y a eso da respuesta Anabel Hernández en su reciente libro, Las señoras del narco. Amar en el infierno, que presenta este viernes en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

“Nunca había hecho la secuela de ninguno de mis libros, ni siquiera el de Los señores del narco, pero pienso que es tal el interés de lo que abordé con el libro de Emma y las otras señoras del narco, que quedaron tantas preguntas en el aire de cómo está este mundo donde mujeres famosas se involucran sentimentalmente con los narcotraficantes, cómo es este mundo intrafamiliar”, dice la autora en entrevista con MILENIO.

Tras publicar Emma, Anabel recibió un mensaje de Celeste, quien fue pareja sentimental del capo Arturo Beltrán Leyva y que actualmente se encuentra en un proceso de asilo político en Estados Unidos porque “teme por su vida”.

“Acababan de matar a la actriz Tania Mendoza en Cuernavaca y Celeste está convencida que el homicidio de Tania tiene que ver con el libro, porque piensa que alguien pudo haber creído que era Tania mi informante, que no lo es, yo no la conocí”, asegura la escritora, que viajó a Estados Unidos a principios del 2022 para conocer una historia “impactante, indignante, dolorosa, que me ha dejado en shock”; la de su nuevo libro.

Su trayectoria, señala Anabel, es lo que provoca la confianza para que la gente se le acerque. Y tras establecer contacto, “mi primera condición es que necesito que me contesten con la verdad, porque además lo voy a corroborar”. Eso hizo con lo que le contó Celeste.

Al ahondar en los riesgos que han provocado sus libros e investigaciones, desde amenazas hasta tener que vivir fuera del país por seguridad, Anabel confiesa que “desde hace muchos años vivo con miedo, incluso antes de ser periodista”.

“Creo que la mayoría de las mujeres de este país, de alguna u otra manera, hemos sufrido diferentes tipos de violencia, discriminación, acoso… Yo soy una de ellas. Psicológicamente me he preparado, desde antes de ser periodista, para enfrentar ese miedo. Pero hay de miedos a miedos: una cosa es tener miedo de que alguien te agreda en la calle y otra cosa es que un funcionario público o un sicario quiera meterte una bala en la cabeza”.

“Lo que he intentado hacer es protegerme lo mayor posible sobre estas repercusiones que puede tener mi trabajo, y la mejor manera de hacerlo es no dejando de tener consciencia de este miedo, que me ayuda a estar alerta, a ser cautelosa, a proteger a mis fuentes de información. Me obliga a tratar de no cometer errores y por eso estoy viva”.

Corridos tumbados, “una campaña propagandística”

El pasado 26 de octubre, Anabel Hernández publicó en MILENIO una entrevista con Dámaso López Serrano, El Mini Lic —hijo del capo Dámaso López Núñez, El Licenciado— , donde, entre los diferentes temas que abordaron, destacó la relación entre celebridades del espectáculo y el narco. “Quería contarme de esto a raíz de Emma, ese libro el que lo mueve a buscarme”.

El Mini Lic, cuenta la periodista, “me confirmó que Galilea Montijo no solo era la amante de Arturo Beltrán Leyva, sino que Arturo le propuso matrimonio”. Y también le reveló la cercanía de cantantes de corridos tumbados, particularmente Peso Pluma, con capos.

“Peso Pluma es muy amigo de Néstor Isidro Pérez, alias El Nini, criminal sanguinario que acaba de ser detenido en Culiacán, al que le debe varios favores”.

Además de Peso Pluma, Natanael Cano, Junior H y Luis R. Conriquez son otros exponentes de esta corriente musical, nacida del corrido tradicional, que actualmente tiene mucho éxito a nivel global, basta mirar los tops de plataformas musicales como Billboard o Spotify para corroborar.

“Estamos ante una situación que con el paso de los años se ha ido agravando – advierte Anabel –. Los narcocorridos no son nuevos, el tema es esta admisión, el dar permiso de que alguien pueda hacer dinero escribiendo odas al crimen, porque estas odas las mandan a hacer los propios criminales, no son espontáneas. Después, esta música termina en las radios, en las casas de las personas y se comienza a normalizar la violencia, la criminalidad”.

Para la autora de La verdadera noche de Iguala (Grijalbo, 2016) y El traidor (Grijalbo, 2019), los corridos tumbados funcionan como “una campaña propagandística que ha hecho el crimen organizado desde hace varias décadas”.

“Creo que esta ola de cantantes está llegando al clímax de esta estrategia de propaganda donde hay que legitimar, hay que simpatizar y hay que tener adeptos, gente que diga ‘Yo quiero entrar, yo quiero ser’”.

¿Cómo contrarrestar esto? Anabel invita a “poner atención; en las escuelas tiene que hablarse de esto, el gobierno tiene que prohibirlo. Estamos hablando que no solo es folclor, es propaganda, lavado de cerebros”.

En un país donde “no hay educación y donde no hay ley”, afirma Hernández, el narcotráfico ha penetrado, y de esto habla Las señoras del narco. Amar en el infierno, “de cómo el crimen organizado está metido hasta la cocina en el mundo del espectáculo y el mundo del espectáculo en el mundo del crimen organizado. Así de nociva es la situación que estamos viviendo”, insiste.

— Ante este panorama, ¿dónde encuentras esperanza?

— En la gente, en la sociedad, en la información. Hago estos libros buscando generar algún tipo de consciencia, que abran los ojos. No podemos normalizar lo que es anormal. Creo que la gente no termina de entender que ya no se trata de un tema de tráfico de drogas, es una mega industria del crimen.

“Mientras cada ciudadano siga pensando que esto no le concierne: ‘Yo me compro mi cigarrito, yo escucho la música que me gusta, yo me drogo porque quiero’, sin tomar consciencia de las repercusiones de estas decisiones individuales, creo que este país irá cada vez más a pique. Es importante que despertemos”.