Desde marzo de este año se celebra el 50 aniversario luctuoso de José Alfredo Jiménez. Como parte de la serie de homenajes que se han realizado, están los conciertos que organizó la Orquesta Sinfónica de México en el Palacio de Bellas Artes y la declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial al legado del destacado compositor guanajuatense. En la FIL Guadalajara, su hija Paloma Jiménez Gálvez presentó el libro Es inútil dejar de quererte, editado por Madre Editorial.
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El libro reúne algunas de las columnas que Jiménez Gálvez ha escrito para MILENIO y en las que comparte anécdotas relacionadas con la vida y obra del autor de grandes éxitos como “Ella” y “Si nos dejan”. El salón E de la Expo Guadalajara lució lleno y la presentación se dio a modo de una charla en la que José Luis Martínez S., director del suplemento cultural Laberinto y Filias, develó al lado de la autora al José Alfredo futbolista.
“Hubo un momento en el que él pudo elegir entre dos destinos: futbolista o músico, porque alternaba con el famoso Cinco Copas, Antonio La Tota Carbajal”, afirmó Martínez S.
Jiménez Gálvez continuó: “Mi padre y don Antonio se conocieron en la colonia Santa María, y ahí comenzaron a jugar futbol. Al parecer iba gente a buscar nuevos talentos y les llamaron. Mi padre era tres años mayor que don Antonio, entonces don Antonio era el portero suplente de mi padre, eran muy amigos y cuando jugaron juntos en el Oviedo, más”.
De acuerdo con Jiménez Gálvez, maestra en Letras Modernas y Doctora en Letras Hispánicas, su interés de escribir sus columnas en MILENIO surgió a partir de que veía circular mucha información falsa sobre José Alfredo en redes sociales. Por ello, durante la presentación aclaró algunos de los rumores que han sobrevivido a su padre y también develó las anécdotas detrás de algunos de sus grandes éxitos. Por ejemplo: “José Alfredo nunca fue mesero de cantinas, fue mesero en el restaurante de La Sirena de la familia Ponce, originarios de Mérida, Yucatán. Don Mateo Ponce tenía un hijo que tocaba la guitarra, con él y con Enrique y Valentín Ferrusca formaron un trío en el que mi padre era el solista. De hecho, fue en esa etapa de su vida en donde mi padre decidió dejar el futbol y continuar con el trío”.
Durante la charla no faltaron los audios de algunos éxitos de José Alfredo, que sirvieron de preámbulo a cada una de las anécdotas que contó Jiménez Gálvez, como aquella en la que narró cómo un José Alfredo joven fue rechazado por una Cristina que le gustaba y despechado escribió "Ella". O también la forma en cómo José Alfredo conoció a la Paloma de toda su vida, a la que le dedicó un gran número de temas.
Una de las anécdotas que más llamó la atención fue la que persiste detrás de "El corrido del caballo blanco". “Un caballo que no es caballo, sino un Chrysler”, dijo Martínez, y Jiménez Gálvez detalló toda la historia.
La charla no bastó para agotar todas las anécdotas que están plasmadas en el libro. Por otro lado, Jiménez compartió también que actualmente asesora tesis de varios investigadores interesados en estudiar la obra de su padre desde diversas disciplinas del conocimiento en universidades de México y España.
“Mi padre, era una persona muy sencilla, amorosa, que nos inculcó ser muy generosos y agradecidos. Nunca tuvo propiedades a su nombre y siempre amó a su público y creo que nunca se imaginó que su obra fuera objeto de estudio”.
En entrevista, la fundadora de la Casa Museo José Alfredo Jiménez en Dolores, Hidalgo, dijo que colaborar semana a semana en MILENIO “me ha permitido establecer un contacto más directo con el público que ama el legado de mi padre y que sigue vigente. Espero que disfruten el libro como yo he disfrutado escribiéndolo”.
ÁSS