En la música de Ludwig van Beethoven, escribió Víctor Hugo, “el soñador reconocerá sus sueños, el marinero sus tormentas y el lobo sus bosques”. A 250 años del natalicio del compositor, cada generación de escuchas e intérpretes ha reconocido en sus obras infinidad de estímulos para pensar que, gracias a él, podemos aspirar a un mundo mejor.
Konstantin Ziumbilov, violinista ruso, quien, junto con el pianista venezolano Carlos Alberto Gutiérrez, presentará un concierto (que puedes ver aquí) en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el 1 de diciembre a las 21:00 horas para celebrar al genio, considera que “todo lo que escribió Beethoven es muy especial, porque fue un revolucionario en la música por sus armonías, su filosofía y por habernos llevado al sinfonismo. En el caso de la música de cámara, estamos ante el Beethoven más íntimo que impacta mucho en el público”.
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En su recital, el dueto interpretará la Sonata para violín No. 5 en Fa mayor, Op. 24, "Primavera", la Sonata para violín y piano n.º 9 en La mayor, conocida como la Sonata a Kreutzer, dedicado al violinista Rodolphe Kreutzer, su contemporáneo, y la Romanza No. 1 en sol mayor, Op. 40.
Para Ziumbilov, en estos tiempos, la música de Beethoven “nos brinda algo de optimismo, la posibilidad de creer que no todo está perdido de ninguna manera, podemos recuperarnos de todo esto. Aunque el mundo se volvió loco, no sólo con respecto a la pandemia, creo que su música nos brinda una dosis de optimismo. Es alguien que rompe las barreras del pesimismo. Después de las crisis, lo que se queda es la música, el arte, que es una palanca para nuestro renacimiento”.
Después de todo, el propio Beethoven, quien a lo largo de su vida tuvo que vencer muchas adversidades, afirmó: “el arte nos exige que no debemos mantenernos inmóviles”.
Beethoven.El modelo de las generaciones
“La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía”, afirmó el músico que nació en Bonn el 16 de diciembre de 1770 y murió 26 de marzo de 1827, dejándonos un legado sonoro imperecedero. Además de fungir como director de orquesta, pianista y maestro de piano compuso obras sinfónicas, oberturas, conciertos, sonatas, ópera, música vocal y cuartetos de cuerdas.
Entre 1796 y 1812, Beethoven compuso diez sonatas para violín y piano que no fueron bien recibidas por el público porque se adelantaban a su época, pero que ahora son consideradas obras cumbre en la música de cámara. De acuerdo con el pianista Daniel Tong, “como en muchos de los géneros que tocó, Beethoven estableció el estándar al que todos los demás compositores aspiraron durante muchos años después de él”.
ÁSS