Cristina Rivera Garza espera que no tengan que pasar otros 80 años para que otra mujer escritora se convierta en integrante de El Colegio Nacional.
Desde la FIL Guadalajara 2023, la catedrática de la Universidad de Houston aprovechó la presentación de su discurso de ingreso a la institución para reflexionar sobre lo contestatario y desobediente, pues es ahí desde donde se pueden imaginar “memorias alternativas”.
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Rivera Garza aseguró que para ella era muy importante llegar a El Colegio Nacional, “de la mano” de José Revueltas y Gloria Anzaldúa, escritores en los que encuentra incomodidad, desobediencia e indocilidad.
“Cristina ha destacado la urgencia de hacer visibles otros relatos que interrumpan los marcos históricos que nos permiten interpretar nuestra realidad”, añadió Alina Peña Iguarán, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, en el evento.
De acuerdo con Peña Iguarán, la autora de Nadie me verá llorar ha dejado en manifiesto que se puede crear escritura que intervenga en los entramados históricos, “colocando en el centro los cuerpos que han transitado por el rabillo del ojo de la historia con H mayúscula”.
En este sentido, Rivera Garza comentó que una de sus primeras tareas como colegiada será el ciclo de conferencias “Escritores latines: una nueva generación”. La escritora agregó que el uso de los pronombres permite acercarse a otras posibilidades de enunciación.
“Yo tengo que ser muy respetuosa con el lenguaje inclusivo. Tengo alumnos a quienes esto les importa muchísimo. Para ellos, el uso de los pronombres tiene que ver con heridas profundas, con posicionamientos personales y políticos, por eso yo les digo ‘escritoras latines’ con mucho respeto y cariño”.
ÁSS