Diego Petersen y la búsqueda de la verdad

Entrevista

El creador de Beto Zaragoza habla en entrevista de su más reciente novela, Malasangre, que presentará en la FIL 2019 este 7 de diciembre.

Diego Petersen, autor de 'Malasangre'. (Foto: Paula Vázquez Córdova)
Héctor González
Ciudad de México /

En Beto Zaragoza, Diego Petersen encontró al personaje idóneo para buscar la verdad sobre algunos crímenes estremecedores. Ante la impotencia de hacer justicia, el narrador tapatío hizo del periodismo el campo de acción de su protagonista. Así fue como nacieron Casquillos negros, Los que habitan el abismo y la reciente Malasangre (Planeta), novela con la que, asegura, pone punto final a la saga.

—¿Con Malasangre cierra la intervención de Beto Zaragoza?

No sé si cierro la puerta a Beto Zaragoza, pero sí termino la trilogía. No quiero convertirme en autor de un solo personaje porque eso puede crear una dependencia no sana. Pienso hacer otras cosas. Los escritores siempre estamos en evolución y es necesario correr nuevos riesgos. Puede ser muy cómodo quedarte con alguien que ya sabes cómo piensa y reacciona.

—En la novela negra encontraste tú género.

Es curioso, antes no era un gran lector de este tipo de literatura. Me parece que es el género más sociológico, pues retrata el lado oscuro de la sociedad y cuando observas el lado oscuro de la luna encuentras su redondez. La forma de matarnos es tan cultural como el modo en que nos amamos, comemos o vestimos. Los criminales no operan igual en las novelas de Padura que en las de Markaris.

—Ahora la víctima del crimen es una poeta. ¿Por qué ubicar el centro de la historia en el terreno literario?

Pensando en qué caso podría ser realmente complicado para Beto Zaragoza, llegué a la conclusión de que necesitaba llevarlo al terreno de la poesía. Hay un contraste interesante entre la nota roja, uno de los géneros básicos del periodismo, y la poesía, que representa lo más sublime de la literatura. En medio está todo, porque el asesinato puede ser un acto estético y la poesía decir algo terrible.

—En el crimen de la poeta, Beto Zaragoza encuentra una representación de la belleza.

Él mismo se siente mal por la belleza que puede alcanzar un asesinato y por otro lado se sorprende con lo terrible que pueden ser los poetas, quienes finalmente son humanos y viven todas las pasiones.

—Las anteriores novelas de la saga partían de casos reales. Ésta, en cambio, es pura ficción.

Tenía ganas de hacer algo sobre nota roja y poesía, a raíz de eso no me pareció necesario un caso real. Además, la ficción me permitió usar el humor y a la vez reflexionar sobre la condición del héroe, la ruptura de las utopías y cómo nos vamos haciendo viejos. Aquí vamos a ver personajes en decadencia y me parece que la poesía enfatizada con referencias a Eliseo Diego y Roque Dalton aporta un matiz importante.

—En esta idea de la ruptura de la utopía, la novela negra mexicana carece de una épica de la justicia.

Tienes razón, dado nuestro sistema de justicia, el triunfo es moral en el conocimiento de la verdad, aunque no se haga justicia. Los personajes de Élmer Mendoza y Paco Ignacio Taibo II se mueven en la eterna contradicción de buscar una justicia que no llegará jamás. Beto Zaragoza es periodista porque, como policía, nunca podría ganar. Su búsqueda de la verdad tiene que ver con el oficio periodístico y no con otra cosa.

Malasangre

Sábado 7 de diciembre, 16:00 horas
Salón 3
Presentación de libro

ÁSS

LAS MÁS VISTAS