Dos premios Cervantes hablan sobre el placer de la lectura

Ida Vitale y Sergio Ramírez, acompañados de Valerie Miles conversaron sobre las lecturas que han desempeñado relevancia en sus vidas.

Para Ida Vitale su primer acercamiento a la lectura tuvo origen a los 14 años cuando asistía a una librería. (Cortesía)
Editorial Milenio
Guadalajara /

Los premios Cervantes, Ida Vitale y Sergio Ramírez se dieron cita en la gala "El placer de la lectura" en compañía de la editora estadunidense Valerie Miles, moderada por Vivian Lavín en el marco de la FIL Guadalajara.

La conversación giró en torno a las lecturas vitalicias y pasiones literarias que han desempeñado relevancia en las vidas de los escritores; “Las mil y una noches”, “Alicia en el país de las maravillas”, “Rayuela”, “El señor de los anillos” y “Lolita”, fueron algunos títulos que nombraron durante el conversatorio.

Para Vitale su primer acercamiento a la lectura tuvo origen a los 14 años cuando asistía a una librería, en donde descubrió que “el libro no es solo el origen de una lectura, sino un objeto agradable, precioso, para tener en las manos”.

En ese lugar fue donde la escritora uruguaya descubrió que “Están las lecturas obligadas, las lecturas por gusto, las que nos imponen, las que descubrimos”, al resaltar que se comenten muchos errores antes de llegar a la lectura del libro destinado.

Para ella, “se expande la costumbre de comprar libros a distancia, libros que nunca han visto. Yo creo que no hay experiencia como una librería, elegir el título, la forma, la tapa, el nombre, y sobre todo porque al hojearlo algunas letras o frases sacaron la patita y nos dijeron este es nosotros, eso creo que es importante: contacto directo con el libro”.

En su participación, el nicaragüense señaló “el atractivo de los libros prohibidos”, al evocar que en su infancia unas hojas mecanografiadas que compartían entre amigos sobre “una condesa pervertida, y eso era tan atractivo y pasaba de mano en mano. (…) Esa fue mi entrada a la lectura, del lado prohibido”.

En torno a las lecturas prohibidas, Vitale confesó su intención de leer “Las mil y una noches” al pedir prestado el libro al padre de una amiga, no obstante, al día siguiente se lo concedió no sin antes tapar las hojas por hojas blancas, para “censurar” el contenido que no dio resultado, dado que la poeta leyó el libro a cabalidad.

Miles por su parte, al leer “Madame Bovary” entendió “por qué prohíben los libros” e incluso el “por qué la literatura puede ser peligrosa”.

Al hablar sobre las relecturas preferidas, “La montaña mágica” de Thomas Mann fue el mencionado por Ida Vitale, libro que ha leído seis veces; mientras que para Miles “El Quijote” y “Lolita” fueron los mencionados, con la particularidad que “yo tenía no leída la última página para decir que no lo había terminado”. 

Sin embargo, Ramírez enfatizó que “leer como escritor no es ningún placer, es estar viendo cómo desarmar el libro para ver cómo está construido” por lo que se declaró en contra de las relecturas debido a que “eliminar en parte el placer puro y simple de lectura”.

Lavín, finalmente, invitó a los escritores a mencionar los “libros más entrañables” para ellos, a lo que el nicaragüense dijo “Pedro Páramo” de Juan Rulfo y “Luz de agosto” de William Faulkner. Para Miles, Mark Twain “Las aventuras de Tom Sawyer” es una novela “maravillosa porque hablan de la amistad que pueden tener dos personas”, y para Vitale “Alicia en el país de las maravillas”.

Al referirse que se trata de “Un libro que te deja símbolos, personajes, referencias. Es un libro que ya no lo juzgamos literariamente; se nos mete dentro y forma parte de nosotros”.

Al concluir el diálogo, los asistentes se acercaron a saludar y solicitar la firma de los autores.

Con información de Claudia Andalón

GPE

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