Desde su fundación en 1994, la editorial tapatía Arlequín ha publicado más de 250 títulos y a un aproximado de 600 autores individuales y antologías en estos 30 años.
¿Cómo nació la editorial Arlequín?
Esta editorial no nació como una incubadora o como una idea de negocio, si no como un proyecto muy pequeño de dos jóvenes, Felipe Ponce y Elizabeth Alvarado, en aquel momento estudiantes, que querían ver publicados sus libros y no hallaban la forma de lograrlo a través de otras instancias, "No había posibilidad en la Secretaría de Cultura, Universidades, entonces estos jóvenes desearon crear su propio editorial y yo quería que la editorial se creara por esta motivación. Y así pasó durante varios años este sistema, una especie de cooperativa editorial en algún primer momento. Después se transformó y Elisabeth Alvarado y yo la compramos por completo en 2007 ", mencionó, Felipe Ponce, coeditor de la editorial.
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Se han enfrentado a dos grandes crisis económicas, y a una pandemia en 2020, situaciones que los marcaron, pero también en términos de la editorial, les permitió replantear muchos aspectos. La editorial por su tamaño, que es pequeña, siempre ha estado muy pendiente de cualquier afectación, sobre todo económica, "Y en los casos graves a veces nos replegamos como editores, así nos agazapamos para que pase la tempestad y poder salir adelante", explicó Felipe Ponce.
Como editores siempre han explorado las ventajas tecnológicas y eso les permitió incorporar libros electrónicos en su catalogo, mismos que están y estuvieron disponibles durante la pandemia en países como España, Argentina, Colombia, Ecuador, Brasil, y Chile. Durante la contingencia sanitaria por covid-19, se quedaron sin distribuciones en el país.
"No hubo posibilidad de distribución en México y nosotros estábamos ya ensayando estos temas de difusión uno a uno, pero teníamos bien asentada la distribución de libros electrónicos, así es que cuando empezó la pandemia dije: voy a compartir mi catálogo en electrónico y nosotros ya teníamos todo, y eso fue una ventaja en ese tiempo”, afirmó.
¿Cuáles son sus reconocimientos?
Entre sus reconocimientos, la editorial Arlequín ganó en 2007 al mejor diseño de stand de la Feria Internacional del libro de Guadalajara (FIL) y para Felipe Ponce eso habla de una presencia constante en la FIL y para ellos como una editorial pequeña e independiente ha sido fundamental para su consolidación, "Ahí es donde tenemos, quizás, una de las ventas más grandes del año y tenemos la oportunidad de conocer de más cerca a nuestros lectores que favorablemente regresan cada año y que están al pendiente de las novedades".
¿Qué beneficios les ha traído estar en la FIL?
Entre los beneficios que tiene para las editoriales, estar presentes cada año en la FIL Guadalajara, el evento anual más importante de su tipo en el mundo de habla hispana y la feria de libros más grande del mundo por número de visitantes, Felipe Ponce, refiere que no hay una compra tan copiosa y no vienen tantos profesionales del libro como en esta feria y eso permite que los libros que se adquieren en Guadalajara puedan estar en otra parte del mundo.
"Hay una frase que dice: ‘Si no estás en la feria de Guadalajara es como si no existieras’ y entre los profesionales del libro hay, por ejemplo, todo el mundo de compras a bibliotecas, que es muy importante. Entonces, cuando uno al paso del tiempo se da cuenta que mi libro aparece en tal biblioteca de Nueva York, o en una biblioteca alemana, o en una biblioteca de Japón, así cosas extrañas que de pronto uno se da cuenta por la red, por internet, bueno pues la razón está en que alguien, algún comprador, lo adquirió justamente en Guadalajara, por eso es tan importante", puntualizó.
JMH