Emiliano Monge se ha convertido en una de las plumas más representativas de la literatura mexicana de los últimos años, a través de títulos como Las tierras arrasadas o No contar todo, a los cuales ahora se suma Tejer la oscuridad, que se presentó ayer en la FIL y es una aparente novela de género, de ciencia ficción o de utopía mitológica, que “se volvió un libro que mantuvo todas mis preocupaciones sobre la forma que tiene nuestro país”.
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—¿El libro que te inició como lector?
Teo en tren, de ahí brinqué a Mafalda y de luego a Astérix y Obélix.
—¿Y el que te convirtió en escritor?
Los demonios, de Dostoievski.
—¿Qué manías tienes al escribir?
No lavar la taza de café hasta que acabo un texto, y escribir con mis perros siempre a un lado.
—¿Qué libro no has leído y siempre has querido leer?
Grandes esperanzas, de Dickens. Lo he empezado varías veces y siempre lo dejo. No sé por qué sigo empeñado en acabarlo algún día.
—¿Tu héroe o heroína de ficción favorito?
Ismael, por supuesto.
—¿Te gusta leer con música o sin música?
Sin música. Me gusta leer en silencio.
—¿Qué otra vida te habría gustado vivir?
Me habría gustado ser Tesla, un inventor en la gran época de los inventos.
—¿Cuál es tu mayor extravagancia?
Ponerle nombre a mis hemorroides.
—¿Qué defecto ajeno te parece más intolerable?
La vanidad y la necesidad de aplausos.
—¿Qué virtud aprecias más en sus semejantes?
La generosidad y el desapego.
—¿Tu época favorita de la historia?
La frontera del siglo XIX y el XX.
—¿La mentira más convincente que has dicho?
Que la verdad está sobrevalorada.
—¿El animal con el que te identificas?
El perro.
—¿Qué virtud envidias de sus amigos?
La constancia.
—¿El libro que te habría gustado escribir?
Moby Dick.
—¿El libro que jamás habrías escrito?
La Biblia.
—¿Cómo te definirías?
Como un terco con pocas esperanzas, pero con muchas ganas de renovar mis esperanzas.
—¿Qué es lo que más disfrutas?
Viajar y salir a caminar con mis perros.
—¿Qué súper poder te gustaría poseer?
Transformarme en animales.
—¿Tiene una frase que guíe tu vida?
No, tengo demasiadas frases subrayadas mentalmente como para que alguna me guíe. Entre otras cosas, porque muchas se oponen entre sí.
ÁSS