El silencio en el escenario del Foro FIL lo interrumpió la Orquesta de Cámara Higinio Ruvalcaba, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), con una obertura clásica de Mozart: Don Giovanni.
Con esta melodía, el trance fue inmediato, pues los espectadores que llenaron las sillas rojas distribuidas en la explanada exterior de la Expo Guadalajara no apartaron la mirada de Sergio Ramírez Cárdenas, director del ensamble.
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Tras esta introducción hipnótica, apareció la primera voz privilegiada de la noche: la mezzosoprano Fátima Al-Hashmi.
La reconocida pianista y cantante de ópera, que llegó a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara como parte de la comitiva de Sharjah, país invitado, cautivó desde su atuendo: un vestido estampado con detalles verdes y dorados que la hizo destacar entre los sobrios atuendos negros de los integrantes de la Orquesta.
Y cuando mostró su talento vocal, el público la adoró. Sus 12 años de trayectoria musical se notaron con las espléndidas ejecuciones de Habanera de Carmen, pieza de Georges Bizet, y de Che farò senza Euridice, aria de Christoph Willibald Gluck.
Entonces, Fatima desapareció, pero Ramírez Cárdenas siguió al frente del escenario y comandó a sus músicos en otra obertura de Mozart: Cosi fan tutte.
Este fue el preludio para la aparición de la segunda voz privilegiada de la velada: la soprano jaliscience Lorena Flores, que se mostró elegante en un vestido rojo de caída amplia.
La artista mexicana, que debutó a los 17 años con la Orquesta Filarmónica de Jalisco, interpretó un par de temas antes de unir su voz a la de Fatima en Los cuentos de Hoffmann, de Jacques Offenbach.
Pero la siguiente melodía, también con la suma de las talentosas cantantes, fue la que más aplausos generó en el concierto: "Bésame mucho", el clásico que consagró mundialmente a Consuelo Velázquez.
La segunda noche del Foro FIL siguió con las cantantes alternando sus voces entre obras de Giacomo Puccini y Giuseppe Verdi. Y para los últimos temas, el escenario aumentó sus frecuencias energéticas, al grado que los escuchas no dejaron de aplaudir, de querer más de Fatima y Lorena, de pedir que la ópera no se diluyera con el segundo día de la Feria. Como si fuera esta noche la última vez.
ÁSS