Antonio Lazcano protagonizó una de las sesiones de Mil jóvenes con

Durante su intervención destacó: “un país nunca está invirtiendo de más en universidades públicas”.

Ante un Auditorio Juan Rulfo abarrotado el público en su mayoría joven, Lazcano respondió presguntas (Fernando Carranza)
Editorial Milenio
Guadalajara /

Alberto Lazcano protagonizó en esta edición 33 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara una de las sesiones de Mil jóvenes con… en la que recordó que “la divulgación de la ciencia, dijo también, es la democratización del conocimiento, en un país donde no siempre hemos entendido que la ciencia es parte de la cultura”.

Ante un Auditorio Juan Rulfo abarrotado el público en su mayoría joven, se mostró atento ante las palabras de quien es considerado uno de los biólogos más importantes del país, quien durante más de 35 años ha estudiado el origen y la evolución temprana de la vida. Profesor graduado de la UNAM, invitado en muchas universidades como La Habana, la Autónoma de Madrid, la universidad de Roma con una serie de título de Doctor Honoris Causa, ingresó en Octubre de 2014 al Colegio Nacional.

Julia Tagüeña, la doctora y presentadora del científico mexicano, otorgó a los asistentes y al mismo Antonio, una introducción compendiando aspectos importantes sobre la obra y logros del científico, pero también hablando de la parte humana y generosa del mismo. Mencionó cómo siempre le sorprendía notar el cariño que posee de sus alumnos, papás de sus alumnos e incluso los hijos de sus alumnos. Finalizó diciendo una frase en honor a Juan Rulfo cuando hablaba de México y los mexicanos: “nos salvamos juntos o nos hundimos separados”, Tagüeña dijo entonces: “que la ciencia nos una y nos salve” para luego darle un abrazo a su amigo.

Por su parte, Lazcano agradeció la presentación y también al público, luego contó que Julia y él estuvieron juntos en la Facultad de Ciencias, compartió una anécdota de aquellos días y dijo que de lo anterior leído, quería rescatar su firme convicción de que la ciencia es un patrimonio común, en el sentido de que todos tenemos derecho a entender cómo funciona la mente de una investigadora o un científico. La divulgación de la ciencia, dijo también, es la democratización del conocimiento, en un país donde no siempre hemos entendido que la ciencia es parte de la cultura.

Le pareció fantástico encontrarse frente a un público tan abundante y con la presencia de muchos jóvenes y comenzó un diálogo más “informal”, según sus propias palabras, ya que él permitió al público hacer preguntas desde el comienzo. Muchos levantaban la mano en espera de tener el micrófono y hacer la pregunta. Hubieron muchos temas, de los cuales sobresalieron las preguntas sobre su opinión enfoque social o humanista de dependencias gubernamentales y la Cuarta Transformación además de los planteamientos de la misma en planes energéticos y la conservación de la biodiversidad, a lo cual respondió su preocupación por algunos comentarios hechos por el presidente, que lejos de ayudar al mundo contemporáneo y a la correcta visión de la ciencia, con ellos se caía a una versión monocromática de este. Le gustaría que se rescataran los conocimientos empíricos, pero también las demás visiones, desde perspectivas más especializadas.

“Mis dos críticas básicas al gobierno actual, se centrarían en ese desdén por la cultura, en ese desdén por la opinión de los expertos y en ese presentar una caricatura de lo que es el mundo académico

Julia Tagüeña agregó un poco sobre el calentamiento global y que las nuevas generaciones tendrán que enfrentarse a un planeta completamente diferente debido a ello, por lo cual todos deberíamos estar luchando por hacer que las políticas se cumplan.

“No es que yo quiera ser alarmista, pero sí creo que igual estamos discutiendo pequeñeces cuando en realidad lo seres humanos tenemos enfrente un reto enorme, que desde luego tiene que ver con políticas de energía, con toda una serie de cosas donde tendríamos que participar todos activamente para cuidar el futuro de la humanidad”

Las preguntas de varias profesoras también, para saber su opinión sobre la edad correcta para inducir a los niños dentro del mundo científico y también qué textos se recomendaban para que tanto ciencia como literatura, fusionados despertaran el interés de los jóvenes a lo cual, contestó que desde muy temprana edad, le parece correcto y acompañó todo con anécdotas de cuando él era pequeño y sus logros más grandes fueron, aprender a leer y una de sus primeras teorías científicas cuando leía Tarzán y en dichas historias siempre cae un avión en el medio del África, entonces su teoría era que había un imán en el medio del África que los hacía caer.

Dijo, todos los niños nacen investigadores por su potencial de cuestionamiento, que son cosas que cualquier científico e investigador debe conservar, solo que después sistematiza esos conocimientos, pero había que darle a los niños textos, que actualmente también habían tenido que cambiar y ser más accesibles y divertidos para ellos, un tema muy recurrente es el de los dinosaurios para despertar su interés y en cuestión literatura, recomendó un libro fantástico para todo los jóvenes, el Diario de viajes de Charles Darwin.

Finalmente rescató el trabajo de las universidades públicas en México, después de una pregunta de un asistente quien quería saber su opinión sobre las lo que hacían o debían mejorar éstas casas de estudio para lograr que la juventud sea vocera por un mejor mundo y país. Por último mencionó: “Un país nunca está invirtiendo de más en universidades públicas”.

SRN

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