Javier Garciadiego y la 'Cartilla Moral' de Alfonso Reyes

Cartilla Moral, texto que Jaime Torres Bodet encargó a Alfonso Reyes en 1944 para acompañar una cartilla de alfabetización que sería distribuida en la Campaña Nacional contra el Analfabetismo, fue editado por El Colegio Nacional en su versión original, con prólogo de Javier Garciadiego.

En entrevista, el historiador confiesa que Cartilla Moral no es el mejor texto de Reyes; sin embargo, afirma que fomentar la lectura siempre es benéfico para el país. “No es un texto que va a acabar con la violencia o con el narcotráfico, pero nos va a ayudar y no por una sola lectura. Si te haces lector a lo mejor tienes una vida espiritual más rica, pero a lo largo del tiempo. Es un proceso”.

Como director de la Capilla Alfonsina y como lector profesional de Alfonso Reyes, Garciadiego considera bueno que se lea y se difunda la obra del poeta y narrador; como historiador y como obligado a cuidar su legado literario no está de acuerdo con otras ediciones que se han hecho de Cartilla Moral, pues considera que algunas contienen elementos que nada tienen que ver con el texto. “Estoy en una situación muy ambigua. Por un lado, me gusta que se difunda a Alfonso Reyes; por otro, creo que se debe distribuir la versión original.

“Qué bueno que se lea a Alfonso Reyes. Ojalá se leyeran otros textos de él. Este año se cumplen 500 años del inicio del proceso de la Conquista y Alfonso Reyes tiene un texto precioso sobre el asombro de los españoles antes de este hecho: Visión de Anáhuac.

“Ojalá también repartieran millones de ejemplares de Visión de Anáhuac porque ese, a diferencia de la Cartilla Moral, es un texto literariamente precioso con un contenido y sabiduría histórica”, afirma el historiador.

Para Garciadiego, los principios que propone Alfonso Reyes en Cartilla Moral no son anacrónicos. “No habla de drogas porque no era un problema en ese momento; tampoco había gran corrupción porque el país no tenía una bonanza económica y para que haya corrupción tiene que haber riqueza circulando. Lo que sí dice Alfonso Reyes y me parece permanente es el hecho de respetarte a ti mismo, en espíritu y cuerpo; come bien; haz ejercicio, y cuida lo que lees. Respeta a la sociedad, comenzando por el prójimo: tu familia, tu entorno laboral, tus amigos. Respeta al Estado, la naturaleza y los productos de la civilización”.

Estos “respetos”, dice el historiador, “pueden ir cambiando en su exteriorización, pero siempre va a ser válido respetarse a uno mismo y respetar a los demás”.

ÁSS