Las letras y la cultura peruanas vuelven a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Luego de una primera aproximación, en 2005, el país andino regresa con múltiples retos por delante, pero también con la seguridad de que el reencuentro de forma presencial “tiene ese halo de innovación, como de hacer las cosas por primera vez”, dice Leonardo Dolores Cerna, director del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura de Perú.
La delegación está conformada por más de 60 personas, entre escritoras y escritores, que se manejan en todos los géneros literarios, pero también mediadores, bibliotecarios, libreros, feriantes, “para poder discutir todo lo que se refiere al sistema del libro, y también académicos ligados a la discusión científica. Creemos que es una delegación diversa, que da cuenta de lo que se está haciendo en el país con la palabra escrita y con la tradición oral”, asegura el responsable de la presencia peruana en el encuentro editorial y literario, que hoy abre sus puertas.
“Nuestro lema es Historias que nos conectan. Queremos posicionar ese lazo que nos conecta con México, un lazo histórico, de procesos que se han vivido en ambos lugares, tanto en la Colonia como en la Independencia, o en procesos creativos”.
Una de las preocupaciones principales al momento de conformar la delegación fue la necesidad de reflejar la diversidad cultural y lingüística de Perú, por lo cual se encuentran invitados escritores y escritoras hablantes de alguna de las 48 lenguas originarias registradas en el país sudamericano, “parte de la riqueza que queremos exponer en la delegación y en los libros que llevaremos. Esto nos ha permitido incluir a nuevos escritores y escritoras, que tienen un gran valor y que, creemos, van a estar a la altura de la Feria, van a poder exponer sus ideas y su cosmovisión sobre su escritura”, explica el promotor.
Si bien algunos autores no estarán presentes en la FIL Guadalajara, sobre todo después de una polémica transición gubernamental en la que se “desinvitó” a algunos de ellos, Leonardo Dolores reconoció que al hacer una curaduría siempre van a producirse reacciones. “Me parece que la delegación es bastante completa, cubre varias aristas de la palabra escrita y de la tradición, y representa a las distintas cosmovisiones que se tienen sobre la creación”.
Otro de los elementos importantes es que va más allá del centralismo limeño: “es una delegación descentralizada, que aborda múltiples temáticas”.
De la delegación oficial, 56 por ciento de las participantes son mujeres: cuatro son afrodescendientes, trece integrantes de lenguas originarias y una persona con discapacidad. Veinte son de la región de Lima y 44 del resto del país.
bgpa