Todos en algún momento han tenido un mal día, ya sea por borrar un archivo importante, una ruptura amorosa, el tráfico o un mensaje sin respuesta. Si bien hay cosas que no están en nuestras manos y hay otras que sí y que al hacerlas pueden ayudar a que todo sea más llevadero.
Así lo asegura Eduardo Calixto, médico cirujano y doctor en Neurociencias por la UNAM, quien acudió a la FIL Guadalajara para presentar su nuevo libro El lado B de las emociones (2023, Aguilar).
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Entre las muchas reflexiones que hizo en torno a lo que el cerebro siente y experimenta, el neurólogo aprovechó para compartir tres maneras en las que, según la ciencia, se puede afrontar mejor un día fatal.
El espejo
En promedio una persona pasa 16 horas despierto, en ese lapso, el 60 por ciento se encuentra solo. Está confirmado que conforme los años avanzan, este porcentaje aumenta. De ahí la importancia de que aprenda a estar en paz consigo misma.
“Nosotros deberíamos ser el amor de nuestra vida. Respetarnos más, querernos más: ser los primeros en descansar, en comer”, asegura el experto.
A nivel neurológico hay muchas razones para hacerlo, una de ellas es porque está confirmado que una mejor autoestima es una buena herramienta a la hora de afrontar los problemas.
Si bien no hay recetas para conseguirlo, el experto señala que hay una manera para acercarse más al objetivo: hablarse al espejo.
Más allá del cliché y lejos de los libros de superación personal, el estudio neurofisiológico ha demostrado que si algo conecta neuronas es la voz humana.
“Al escuchar se genera plasticidad neuronal, porque está generando conexiones neuronales en las que se ven conectados el hipocampo, la amígdala, el área prefrontal del cerebro y el hipotálamo”, detalla.
Es por eso que resulta tan increíble lo que sucede en el cerebro cuando alguien se habla a sí mismo.
“Puedes tener el peor de los días, el peor año, pero si tú te hablas al espejo, automáticamente incrementas tus niveles de serotonina, en cuestión de 15 minutos, esto es maravilloso para las personas que tienen depresión, para aquellos que sienten que las cosas no van bien”, asegura el experto.
Quitarse los zapatos
“Si usted llega a su casa y se quita los zapatos y se pone a andar descalzo, ya liberó beta-endorfina y está contentote”, comenta el Calixto con una enorme sonrisa.
Y es que, actualmente los neurólogos han confirmado que andar descalzo (especialmente en el pasto) ayuda a liberar beta endorfina, lo que la convierte en una de las mejores terapias para disminuir el estrés.
“¿Perdiste algo? ¿Te corrieron? ¿Ya no te quiso?: sal al jardín. Hoy tenemos conocimiento sobre toda la estructura química que lo confirma”, menciona.
Fruta con chilito
Combinar algunos tipos de alimentos puede ser una herramienta sumamente poderosa para afrontar un mal día, pero hay una mezcla que resulta sumamente poderosa.
¿Cuál es? El picante y la glucosa, una combinación bastante común en México, basta pensar en los Miguelitos o la fruta con chile.
“No solo se refuerza el sistema inmunológico, sino que además se producen más anticuerpos en la saliva y sincroniza más la corteza cerebral”, explica el investigador.
Si bien la comida no va a cambiar la situación que ha ocasionado un mal día, se ha comprobado que ayudará que el cerebro se adapte mejor a las circunstancias.
LHM