Debe haber una buena cantidad de personas que, en los años ochenta y noventa, se asomó a los índices de la revista Vuelta incluso si no se proponía leerla.
Estaban ahí, a la vista, en los puestos de periódicos de México: bastaba echar un vistazo a cada portada, pues el diseño de las mismas (sobrio, con gran cantidad de espacio en blanco) favorecía el uso de mucho texto, un poco a la manera de revistas clásicas de décadas anteriores.
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En esos índices, cada mes, se veían autoras y autores que iban desde grandes figurones internacionales —Borges, Kundera, Heaney, qué sé yo— hasta colaboradores de menor fama, pero más estrechamente asociados con Octavio Paz, fundador y director de la revista y, como se sabe, el intelectual más poderoso del país hasta su muerte en 1998.
Los nombres, la verdad, solían ser masculinos. Los de mujeres eran mucho menos frecuentes. Pero uno aparecía con regularidad, aunque casi nunca en letras de gran tamaño, y más bien en las esquinas de las portadas, cerca de títulos escuetos o de las palabras “poema” o “poesía”: era el nombre de Ida Vitale.
Lástima de quienes leyeron ese nombre y nunca abrieron la revista para leer los textos, porque Vitale, poeta uruguaya nacida en 1923, no sólo es la ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances de este año: esta autora medio invisible, marginal en aquella revista de tanto postín, también es una escritora extraordinaria.
No va a ser difícil encontrar datos sobre ella en internet, así que aquí se puede no dar detalles sobre su ascendencia italiana o las publicaciones literarias con las que estuvo vinculada en su país natal.
Mejor decir que, como pocas (y en una carrera que es, por fortuna, mucho más larga que las que muchas escritoras de nuestro tiempo han podido tener), la obra de Vitale se pregunta por lo que en apariencia es más abstracto de la poesía: el lenguaje mismo, y la manera en la que es casi la única posibilidad de los seres humanos para reflexionar sobre su propia naturaleza, y sobre sus muchos acontecimientos concretos.
Hace pocos días, se anunció que Vitale recibirá también el Premio Cervantes, el más importante del idioma castellano. Será la quinta mujer en obtenerlo.
¿Qué tal esa doble sorpresa? A sus 95 años, mientras muchos otros nombres y obras se olvidan, el de Ida Vitale se ha vuelto más visible que nunca.
Para buscar en la FIL
En cada una de sus entregas, esta columna va a recomendar libros nuevos o raros para encontrar en la Feria. Se puede comenzar con algunos de los de Ida Vitale. No alcanzará a llegar 'Shakespeare Palace' (Lumen), el relato autobiográfico de Vitale de su estadía en México, tras huir de la dictadura militar uruguaya en los años setenta. Pero el sitio fil.com.mx registra otros cuatro títulos que estarán disponibles ('El ABC de Byobu', 'Léxico de afinidades', 'Mella y criba' y 'Mínimas de aguanieve') y seguro que, de último minuto, habrá algunos más. (¿Tal vez su 'Poesía reunida' en la edición de Tusquets?) Si los encuentran, me avisan.
ASS