La muerte es sorpresiva, siempre, pero en el caso de Ignacio Padilla (1968-2016) fue mucho más que eso. No solo dejó a sus amigos y lectores en la orfandad de su persona, sino también de su obra, si bien dejó libros que empiezan a aparecer.
Lo volátil y las fauces (Páginas de espuma, 2018) es el título de su último libro de cuentos con el cual, además, se concreta un proyecto alrededor del género que el mismo escritor había pensado en vida, una Micropedia que se complementa con Las antípodas y el siglo, Los reflejos y la escarcha y El androide y las quimeras.
“Nacho se definía sobre todo como cuentista, aunque también era un ensayista y novelista notable, y el centro de su trabajo como cuentista son estos cuatro libros, que siempre se imaginó como un solo proyecto, lo que lo hace tan inusual y tan apasionante: imaginó los cuatro libros entrelazados, como un solo proyecto narrativo”. Quien habla es el escritor Jorge Volpi, no solo amigo en vida de Nacho Padilla, sino también su albacea literaria. Dos autores que se conocieron desde los 16 años de edad, durante un concurso de cuento convocado por la institución en la que estudiaban, el CUM, “que él ganó; yo quedé en tercero y Eloy Urroz en quinto, pero mientras que mi cuento y el de Eloy son perfectamente olvidables, el de Nacho era muy notable. Se trata del escritor más naturalmente talentoso que me ha tocado conocer de su generación: desde los 16 años de edad ya tenía una agilidad inaudita con el lenguaje y una imaginación desbocada muy peculiar, muy libresca, que se acentuó con los años y que terminó por dar como fruto a esta Micropedia”.
Para el también coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, estamos ante la obra maestra de Nacho y uno de los proyectos cuentísticos más ambiciosos de nuestro tiempo, en cualquier lengua: “por eso tenía que publicarse y nos tomamos todo este tiempo”.
Empezó a publicarlo en el año 2000, incluso logró publicar en vida tres volúmenes y medio; del último solo fue la mitad por una decisión con la que Jorge Volpi no estuvo de acuerdo “y ahora se ha recuperado de sus archivos la segunda mitad y la integré de una manera que él hubiera querido. Se trata de uno de los libros más importantes que se hayan publicado en el año. Nacho se definía con la broma de físico-cuéntico, le interesaba mucho la poética del cuento y cómo hacer los textos breves y estar en contacto con sus preocupaciones formales. Siempre fue su vocación, lo conocí desde que escribió su primer cuento, y en el género está lo mejor que hizo como escritor”.
La labor de Jorge Volpi como editor de la Micropedia fue restaurar el proyecto original para que se pareciera a los volúmenes anteriores, con la búsqueda en sus archivos o en su computadora de la otra mitad de los cuentos, hasta encontrar el orden posible. “Hay una novela que dejó casi terminada, ahí habrá que tomar algunas decisiones de estilo, y un ensayo largo que dejó completo. La siguiente decisión será publicar alguno de esos libros”.
PCL