Jaime Bayly: “El diablo me susurra al oído mis novelas”

El escritor presenta 'Los Genios', una novela que parte del famoso puñetazo que Mario Vargas Llosa le dio a Gabriel García Márquez y que terminó con su amistad.

Jaime Bayly, autor de 'Los genios'. (Foto: Octavio Hoyos)
Guadalajara /

Para algunos o muchos, el escritor Jaime Bayly (Lima, 1965) es como el diablo por sus temas, declaraciones incendiarias, entrevistas polémicas y ahora por Los Genios (Galaxia Gutenberg), una novela que tiene una hipótesis acerca de la famosa pelea entre Mario Vargas Llosa (1936) y Gabriel García Márquez (1927-2014), quien recibió un golpe certero en el ojo izquierdo que significó el final de su amistad.

En entrevista con MILENIO, el autor peruano imagina lo que sucedió alrededor del evento que, hasta ahora, no se conocen las razones y, sin embargo, da mucha curiosidad.

¿Eres el diablo, Jaime Bayly?

Mi madre piensa lo mismo y mi madre es una santa, yo la adoro. Ella piensa que todas las novelas que yo he escrito me las ha dictado el diablo, piensa que cuando escribo estoy poseído por el demonio. Creo que el artista tiene que ser iconoclasta, tiene que ser un poco endemoniado, tiene que descreer de los íconos sagrados, en este caso, García Márquez y Vargas Llosa, fueron y son todavía vacas sagradas en la literatura. Yo creo que sí, el diablo, si acaso, me susurra al oído estas novelas.

¿Te costó mucho trabajo enfrentar a estos ídolos literarios?

Me dio mucho miedo. Yo no tenía coraje, nunca he sido un hombre valeroso. Siempre he sido más bien apocado y cobarde. Pero las novelas más arriesgadas que he publicado han sido improbablemente actos de un pequeño coraje. Cuando publiqué No se lo digas a nadie me dio miedo hace 30 años yo tenía miedo de que mi familia, mis amigos, la familia de mi esposa descubriesen quién era yo en verdad. Pero el de Los Genios era un miedo distinto, yo tenía miedo a fallar como escritor, porque hacer hablar, pensar, pelear a los genios es una cosa muy jodida. Yo no viví esto, no estuve cerca, no lo atestigué, yo era un niño cuando todo esto pasó, tenía 11 años cuando Mario le dio la trompada. Y me daba miedo la reacción de los aludidos y no fue fácil conseguir un editorial, nadie quería tocar a estos intocables.

Tú publicabas en Alfaguara

Yo llevaba muchos años pero Vargas Llosa publica en Alfaguara, entonces, los señorones de Alfaguara no quisieron publicar la novela por puro miedo a Mario: “no se vaya a enojar”, “no se vaya a cambiar de editorial”, etcétera. Entonces busqué una editorial que tuviera el espíritu, digamos, pirata de ir por la aventura. Yo siempre he creído que la literatura tiene que atreverse, ser insolente, rebelde y tiene que atreverse a contar las historias que otros preferirían no contar; tiene que atreverse a tocar, a despeinar a arañar a los intocables, la buena literatura debería tener esa cuota de irreverencia.

¿En Los Genios convive el chisme y la literatura?

Truman Capote me marcó mucho y él decía que toda la literatura proviene de un chisme, hablaba de Madame Bovary como un chisme bien contado. El puñetazo es un chisme y para dar una versión creíble tenía que penetrar las vidas privadas de los genios. La diferencia entre chisme y literatura no està en el fondo sino en la forma, en la manera en la que lo cuentas, si consigues hacerlo de una manera mínimamente artística, creo que el chisme se eleva de categoría y puede rozar el arte

Narras una historia en la que solo los involucrados saben la verdad.

¿Cuánto es verdad y cuánto es mentira? Esto no lo sabe nadie. No lo sé yo como autor, no lo sabe nadie realmente. La literatura permite rehacer, revivir la vida y lo que yo he fabulado, inventado, porque yo no estuve en esa suite de ese hotel en las afueras de Barcelona a solas con Gabo y con Patricia Llosa (esposa de Mario Vargas Llosa?. Sin embargo, he contado lo que ocurrió ahí; he recurrido a la inventiva, pero tengo que escribir unas mentiras que a ti como lector te parezcan creíbles, verosímiles que digas: “No sé si esto ocurrió así, tal cual, pero hubiera sido lindo que ocurriera de esa manera.

En un momento de la novela, Gabo tiene que tomar una decisión.

Todos los mejores amigos de Gabo me dieron esa versión y yo les creí. Yo creo que Patricia estaba perfectamente dispuesta a hacer el amor con Gabo y creo que él estaba muy tentado de que eso ocurriera, pero Gabo era muy leal a Mercedes. A Gabo le gustaba conquistar y ya dueño y señor de ese territorio conquistado, retirarse, él era así, por eso es que el puñetazo termina siendo algo tan tonto, tan estúpido, es decir, los genios no siempre son geniales.

¿Los genios son seres humanos?

Yo trato de humanizarlos, no solo a Gabo y a Mario, ahí está Neruda, Picasso, Joaquín Sabina y me parecía sumamente tentador desde el punto de vista creativo, exhibir a los genios en esa dimensión tan vulnerable y a veces tan pueril tan tonta, pero los genios pueden ser geniales en su vida artística y pueden ser tontos en su vida privadas, de eso va la novela. De cómo estos genios, cuando crean arte, son dioses, pero luego en sus vidas privadas, amorosas, familiares, son unos niños malcriados que hacen boberías pues ellos eran rockstars, ellos vendían millones de novelas.

¿Mario Vargas Llosa es un hombre explosivo, volcánico?

Lamentablemente, Mario ha sido toda su vida un hombre autoritario, machista, un hombre muy celoso pero él, enamoraba mujeres, dejaba a Patricia, y se permitía todas las aventuras, pero si Patricia, abandonada y despechada coqueteaba con Gabo, había que ir a darle. Y no tiene sentido, sobre todo, cuando él dice que es un pensador liberal, creo que él debió preguntarle a Gabo lo qué pasó.

El puñetazo de Vargas Llosa hubiera sido un escándalo como la bofetada de Will Smith a Chris Rock.

No existe la foto del momento, nadie grabó ni capturó el momento de Gabo caído Si hubiera sucedido ahora, ya estaría el puñetazo en TikTok y Vargas Llosa, quizá, hubiera sido cancelado.

De la novela, ¿cuál es tu episodio favorito?

Me gusta mucho el encuentro tan improbable de Los Gabos con Joaquin Sabina en un pub en Londres y cuando el Velasco, el dictador militar peruano invita a Vargas Llosa a los funerales de su pierna, la escena me parece maravillosa. En esa época, Vargas Llosa era de izquierda y apoyaba a ese dictador militar de izquierda.

¿No te han hablado para reclamarte?

Hasta ahora, la crítica literaria y las ventas en España han sido buenas, eso es lo importante, pero no es mérito mío, la novela se vende por los personajes aludidos y porque el lector quiere saber por qué dos premios Nobel arreglan un conflicto a puñetazos.

En México, he leído críticas fuertes a la novela.

Las he leído, pero son amigos, o conocen a la familia y dicen: “cómo se le ocurre, es tan insolente”. Yo siempre he tratado de que mis libros vean y sacudan lo que está bajo la alfombra o abran el armario y vean qué esqueletos están escondidos ahí, que en este caso no eran pocos, ¿no?

¿Crees que todo hubiera cambiado si Vargas Llosa hubiera dicho las razones de su rabia contra Gabo?

Sí y el tema estaba cerrado, pero mi curiosidad nace precisamente de que él da un portazo y dice que no se habla del tema, que nadie debe hacerlo. Yo se lo pregunté a Mario y no me quiso responder, en cambio, Gabo se moría de la risa.

Clave

Presentación 'Los Genios', de Jaime BaylyViernes 01 de diciembre21:00 a 21:50Salón 4, planta baja, Expo Guadalajara

YH

  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

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