La charla Lo que Huberto Batis nos dejó, en la que participaron apenas 20 personas, buscó recordar y hacer memoria del escritor y crítico literario, que fue director del suplemento cultural Unomásuno.
Patricia González, quien fue esposa, cómplice y compañera de travesía de Batis, habló de la importancia del escritor a partir del final: “murió un 22 de agosto de este año, pertenece a una generación que otros críticos literarios han llamado de medio siglo y que fue muy influyente en los años 60 y que permitió que nuestra literatura se abriera al mundo, a escritores como Thomas Mann, Henri Miller, a la literatura erótica en genera, a aquellos escritores que fueron proscritos y encontraron dificultades para publicarse hasta en sus mismos países.
González rescató que se trata de un escritor fundacional, que trabajó cuando era estudiante en una revista y en una colección que se llamó Cuadernos del viento, en el suplemento cultural sabatino Unomásuno y en el libro Por sus comas los conoceréis, que recomendó leer.
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Mauricio Montiel Figueiras, por su parte, recordó su paciencia, su trabajo al lado de Batis, la renovación del suplemento, su carácter fuerte, el doloroso momento en el que tuvo que suplir al crítico como director de Unomásuno.
Alberto Ruy Sánchez recordó que “Huberto siempre fue una persona perturbadora, en el mejor aspecto de la palabra. Una de las cosas que más me arrepiento en la vida es de no haber buscado más a Huberto en sus últimos días. Yo empecé en una universidad privada, donde él daba clases, y clandestinamente nos metíamos en sus clases. Nos parecía un hombre viejísimo, por la experiencia que él tenía y muy sabio, que además conocía a los escritores de la literatura mexicana reciente”.
“Huberto tenía una biblioteca grandísima, era excesivo en todo lo que hacía, no era una persona de este mundo, estar cerca de él, era un privilegio de la vida, absolutamente generoso. Era un enorme lector, dónde uno leía algo, el leía veinte cosas. Y lo que pasa es que para él la literatura era algo vivo. Además, para las jóvenes generaciones él fue la entrada, el abrió la puerta a escritores como Jorge Volpi”, añade Ruy Sánchez.
Para finalizar el foro, el escritor del Quinteto de Mogador dejó al aire una pregunta sobre la biblioteca de Huberto Batis, porque era un acervo verdaderamente grande y sugirió que sería bueno que la Universidad comprara la biblioteca.
GPE