Los Revueltas. Biografía de una familia, escrito por Rosaura Revueltas y publicado originalmente en 1980, retrata a una pléyade de creadores que marcaron el devenir de la literatura, la música y el arte mexicanos del siglo XX. La novedad es que el Fondo de Cultura Económica lanzó una segunda edición ampliada. En la presentación de este testimonio en el marco de la FIL, se evocó a Rosaura Revueltas, quien murió en 1996.
Eva y Marcela Bodenstedt, nietas de Rosaura, charlaron con un público expectante. Eva informó que trabaja en la factura de un documental y desea compartir algunas entrevistas que le hicieron a su abuela.
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“Desde que acaricié la idea me pareció que sería una iniciativa única porque cuenta la forma de vida de una familia particular en la historia de México: José, el escritor; Silvestre, el músico; Fermín y Consuelo, los pintores; Rosaura, la actriz. Me parece que un aspecto esencial es la actitud que tuvieron sus padres, el apoyo y las herramientas que les brindaron para que desarrollaran su talento y adquirieran una convicción de justicia y equidad muy definida.
“Fueron gente honesta, con ética y entregada a sus principios. Lo importante de este libro es que está escrito desde dentro. Hay cosas que no podríamos saber si no fuera por mi abuela y por la memoria de sus hermanas Consuelo y María, quienes le ayudaron a convocar ese alud de recuerdos. Mucha gente puede conocer a los Revueltas a través de sus obras de arte y sus actividades políticas, incluso se ha escrito bastante al respecto, pero creo que hacía falta esta pieza de carácter centrífugo”.
Eva y Mardela Bodenstedt coincidieron en que Rosaura Revueltas se destacó como gestora, promoviendo la música de Silvestre, y como artífice de la publicación de Los muros de agua de José Revueltas cuando éste salió de la cárcel.
Detalló: “La biografía se lee rápido y, entre otras cosas, reproduce cartas preciosas sobre la educación de cada uno de estos artistas, escritas por mi bisabuelo, y que dan cuenta de cómo él luchaba para darle a sus hijos el dinero necesario para que pudieran estudiar y alejarse de los conflictos armados de la Revolución”.
Y concluyó: “La segunda edición contiene algunos cambios. Consideramos alimentarlo con datos de otros acervos, como el de mi tía Eugenia, la hija de Silvestre Revueltas. Decidimos también alargar el capítulo sobre Fermín, que en la primera edición había quedado un poco escueto, pues mi abuela no tuvo mucho contacto con él. También ampliamos el capítulo dedicado a Consuelo Revueltas. El propósito mayor es que las nuevas generaciones conozcan el legado de los hermanos Revueltas”.