“Escribir un libro sobre los zapatos es la única forma de caminar por la biografía de cualquier persona, porque para poder existir, caminamos”, dijo Margo Glantz durante la presentación de la nueva edición de Historia de una mujer que caminó por la vida con zapatos de diseñador, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
La escritora, que el 11 de noviembre recibió el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español 2022, se enlazó con Carmen Villoro a través de una llamada telefónica porque “decidió ponerse una vacuna para la influenza y le dio una gripa, no puede estar aquí”, explicó Deborah Holtz, responsable de Trilce Ediciones, también presente en el panel.
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Glantz primero se disculpó con los lectores que acudieron al evento: “Estoy enclaustrada con una pena muy grande de no poder acompañarlos”. Posteriormente ahondó en la obra protagonizada por Nora García, “un personaje de ficción y pseudoautobiográfico”.
“Es un libro que se fue construyendo en etapas”, explicó la autora (México, 1930). “Había publicado antes varios de los textos y estaban separados, tenían sus propias vidas, y cuando me pidieron que publicara un libro, decidí darles un hilo textual y para poder hacerlo creé un personaje, Nora, que es y no es yo”.
Historia de una mujer que caminó por la vida con zapatos de diseñador, cuya primera edición fue en 2005 en editorial Anagrama, puede verse como un libro de cuentos, comentó Margo, “porque cada texto tiene su propia historia, su propia identidad, su propio sentido. Algunos son muy breves y otros muy largos, sin embargo, están unidos por un personaje”.
Vestigios de la realidad
Los zapatos, para la autora de Las genealogías (1981), son “algo fundamental en la historia del hombre”.
Margo recordó una visita a los campos de concentración de Auschwitz, donde vio una gran cantidad de zapatos de adultos y de niños, “el único vestigio real de gente que existió y que fue sacrificada en el campo, ya sea en trabajo de labor forzado o en las cámaras de gases”.
“Cada vez que veo uno de esos retratos y a los niños, me entra una violencia interna tremenda porque siento lo que la gente sintió cuando estaba a punto de morir desnuda, despojada totalmente de su identidad, en la cámara de gases”, reveló la escritora.
“Y ahora, para conmemorar y demostrar el horror de los feminicidios, aparecen instalaciones con zapatos”, agregó.
Lo de usar zapatos de diseñador, confesó la ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances en 2010, “era una broma que ponía en mi texto”, pero también una muestra de admiración para un zapatero “que hizo de la concepción del calzado un arte, Ferragamo”.
Al final, Margo Glantz contó cómo recibió su primer calzado de una firma lujosa: “Cuando leyó mi libro Estela (Ruiz Milán), la madre de Carmen Villoro, me regaló un par de zapatos Ferragamo, que es el único par de zapatos Ferragamo que poseo y cuido como si fueran la prenda más preciada de mi vida”.