El escritor francés Pascal Quignard llegó a la Feria Internacional de Guadalajara para participar en la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, tras haber sido ganador del Premio Formentor de las Letras 2023, donde dictó la conferencia Magistral: "El muro de Babel"
“Pascal Quignard renueva las energías creativas de las primeras fuentes. Es el legado grecolatino, medieval y barroco; el pensamiento oriental y la filosofía occidental, lo que alientan el asombro por la monumental reinvención por la literatura universal”, dijo Basilio Baltasar, presidente de la Fundación Formentor, quien le dio la bienvenida.
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“Es increíble lo egoísta que puede llegar a ser la obra. No pueden ni imaginarse lo mucho que te exige. Te despierta en plena noche. Te llega de pronto una idea. Una idea que no es más que una frase, una entonación que te lleva a otra. No hay noche en que no te despierten, una u otra, o hasta una tercera”, dijo el aclamado escritor, quien de inmediato puso de cabeza a la feria: ¡Todos tras Quignard!
“Como ráfagas. A las dos, a las cuatro de la mañana. Te levanta en cuanto vuelves a acostarte. Escuchas todos los pájaros. La obra acompaña a los pájaros”, agregó
El escritor el francés provocó gran emoción en los asistentes (algunos derramaron alguna lágrima) que se dieron cita en el Paraninfo Enrique Díaz de León, de la Universidad de Guadalajara.
“Desde hace más de cincuenta años, te atormenta, te atenaza. Se aferra de ti, exigiéndotelo todo. Está al acecho, como una fiera. Como una fiera al acecho de lo que sea que pase. Sin dirección. Como una leona que repentinamente va a beber a un manantial y que en silencio levanta la mirada. Mira a la nada. No responde a ningún llamado. A ninguna orden. A ningún editor. Nada la recompensa. Ningún tiraje. Ninguna crítica. Ningún punto de vista. Ningún premio —¡a excepción del Premio Formentor!—. Esa excepción es un breve mail de Basilio Baltasar”, explicó.
Además, el escritor Pascal Quignard, comentó: “Pero, aparte de todas esas distinciones, todos esos rostros repentinos, el arte no tiene dirección. Tan sin dirección como las cornamentas enmarañadas y magníficas que lucen en sus cabezas los ciervos en el bosque. Un trozo de tela roja en la mandíbula de un león a la orilla de un manantial. ¡Un rojo intenso! Un rojo carmesí. ¡Un rojo casi negro! Como la noche”.
Quignard ofreció un discurso lleno de la poesía y metáforas, una historia de amor que nace de lo más profundo de su ser y de la inteligencia del viejo sabio que vive fuera de lo locura mundial, retirado del ruido para crear su propia literatura.
El escritor continuó con “un muro separa al hombre de la mujer. De la grieta en la pared de ladrillos que les separa, han hecho, escribe maravillosamente Ovidio, un camino de voz. (Vocis iter fecistis)
“La ciudad de Babilonia era muy antigua. La torre era muy alta. El cemento entre los ladrillos cocidos volvía a ser arena. En la pared que separaba a Tisbe de Píramo se había abierto, con el paso del tiempo, una especie de grieta. A través de la grieta de barro cocido que poco a poco había ido resquebrajándose pasaban sus susurros de amor. La cita nocturna estaba convenida: sería a la sombra de la morera blanca, fuera de las murallas de Babilonia, en la llanura de Sinar”.
Pascal Quignard no lee un discurso, cuenta una fábula, una historia épica que nos transporta a otro tiempo a otros mundos.
“El arte es la grieta en lo simbólico. La literatura es ese camino de voz en la muralla de Babel”, concluye el escritor francés Pascal Quignard, en medio de aplausos de pie de los asistentes maravillados por la presencia del escritor, quien durante estos días es la gran figura de la Feria Internacional del Libro del Libro de Guadalajara.
ÁSS