Tanto en la literatura, como en la vida, hay olvido voluntario, como comparten Héctor Abad Faciolince, Xuan Bello e Isabel Zapata, escritores que desde la FIL Guadalajara, conversaron sobre sus reflexiones respecto a la memoria y la literatura.
En la presentación Memoria del Olvido, cada uno exploró el papel de los recuerdos, atravesando sus propias vivencias y obras.
“Cuando pasa algo muy duro, cuando pasa algo muy trágico que uno presencia, yo creo que hay dos impulsos: un impulso es a tratar de no recordar, tratar de olvidarlo, meterse en la cueva del olvido. Otro impulso es sentir la obligación de recordarlo”, plantea Héctor Abad.
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Desde el Pabellón España el colombiano compartió su vivencia en el ataque ruso contra Kramatorsk en 2023, mismo en el que presenció la muerte de la escritora ucraniana Victoria Amelina. Para enfrentar aquel momento, Héctor decidió recurrir a la escritura: está preparando un libro en homenaje a Victoria, una forma de recordarla, pero también, de olvidar.
“Cuando uno finalmente escribe algo que siente con la obligación de recordar, pero que le pesa mucho revivirlo (por el corazón que es la memoria) al escribirlo, queda liberado”.
Esta idea se liga con la del escritor Xuan Bello, quien hizo una defensa del olvido, pues a partir de él también se construye, permite no tener rencor, resentimiento.
“Las sociedades tienen derecho a olvidar (..) Yo creo que el olvido, que no es un olvido íntegro, muchas veces es una manera de estar en paz”, comentó Bello.
“Recuerdo cuando David Rivas, catedrático de historia contemporánea y yo nos encontramos en Pola de Siero, una villa asturiana, encontramos todos los informes de Falange que denunciaban vecinos de Lucía. La gente que estaba en mi grupo se presentó y dijo que querían hacer una tesis doctoral. David Ruiz, siguiendo el mandato del Partido Comunista de 1954, dijo que de eso nada, que no se podía hacer nada que pudiese poner en contra a unos vecinos”
La otra forma de olvido, está en la reconstrucción misma de la memoria, que inexacta, termina siendo completada a través de la imaginación, algo que explora Isabel Zapata a través de su escritura.
Ante esa imposibilidad de reconstruir el pasado experimentado, la escritora plantea la invención como una forma de acceder a los recuerdos y construir la identidad que se nutre también con la invención de otros.
“La memoria es retada de alguna forma como para decir bueno ‘todas las historias tienen lo que nos acordamos de ellas’, pero tienen otras versiones. Y hay tantas versiones como personas que las que las atestiguan”.
Es en este proceso y ante aquellos eventos experimentados que no se pueden controlar, la memoria se plantea como una segunda oportunidad.
“Entra en juego la memoria, el olvido, la invención, la imaginación. A través de esa memoria, en toda su complejidad, está la oportunidad de construirnos, de construir una historia para nosotros”.
LHM