Antes de empezar las grabaciones de la película Pedro Páramo, el director Rodrigo Prieto le pidió algo esencial al protagonista, Manuel García-Rulfo: “No quiero ver a un Pedro Páramo villano, ese rencor vivo lo quiero ver dentro”. De ahí partió el actor mexicano para interpretar al emblemático personaje, creado por el escritor Juan Rulfo.
“Se me hizo acertado de Rodrigo ver por qué Pedro hace todas estas barbaridades”, comentó García-Rulfo en el panel “Pedro Páramo: llevando las palabras de Juan Rulfo a la pantalla”, dentro de la edición 38 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Lo acompañaron las actrices Ilse Salas (quien dio vida a Susana San Juan) y Dolores Heredia (Eduviges Dyada) así como la escritora Sara Poot y el director Francisco Payo.
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El actor, de 43 años, leyó el libro antes y durante el rodaje, y de esas múltiples lecturas entendió que, cuando el personaje de Susana se va de la vida de Pedro, él comienza a llenar “ese hueco”, pero es en vano. Eso provoca la caída de Comala, el pueblo ficticio en que se sitúa la historia.
“Incluso cuando tiene a Susana en físico, no puede entrar a su alma y eso lo mata. Por eso lo carcome todo este rencor y las maldades que hace, por el amor de Susana”.
Locura y rebeldía
Ilse Salas, quien interpretó a Susana en el filme, primero pensó que Manuel tenía que mostrarse “más culero” al encarnar al protagonista. “Pero al ver la película otra vez hay más capas; es el gran villano, pero no solamente eso”.
Para meterse en su papel, la actriz respetó el escrito, pero acuñó aspectos del presente. “Hice una Susana contemporánea con una perspectiva de género, no lo pude evitar, soy una mujer feminista en el 2024. No podía quedarme solo con la locura, tenía que haber una rebeldía, y Rodrigo coincidió conmigo y decidimos no hacerla tan fuera de sí; que Susana estuviera en una línea muy frágil, con su mundo interior al que nadie podía entrar”.
Dolores Heredia, actriz detrás de Eduviges, confesó que, al releer la novela antes de entrar al rodaje, no dejaba de preguntarse cómo se iban a resolver tantas cosas en la pantalla. Ahí entró el conocimiento cinematográfico del director: volviendo lineal la historia y sintetizando los diálogos del libro, hizo que el hijo de la actriz entendiera lo que ella “no sabía por dónde empezar” a explicar.
“Para interpretar a Eduviges dejé de hacer muchas cosas, tenía que encontrar ese silencio; incluso hubiera querido lograr levitar, que el cuerpo tuviera una densidad distinta”.
Salas resaltó que a partir del estreno de la película en Netflix, el 6 de noviembre, los espectadores han dado pie a “un juego”: al tiempo que la ven, tienen el libro en sus manos. “Yo misma he visto la película tres veces y sigo releyendo pasajes de la novela”.
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BSMM