Qusai Al Mamari subió al escenario entre las miradas expectantes de los que llegaron temprano al Foro FIL, y, desde la primera canción, demostró su talento como hipnotista del laúd.
El músico árabe llegó al apartado sonoro de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara con la consigna de mostrar que el instrumento de cuerda tan emblemático de Asia es atemporal y puede cautivar a cualquier escucha dispuesto a darle una oportunidad.
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Qusai tiene 25 años, hace 10 comenzó su trayecto musical cantando en eventos escolares y hace 7 tomó la decisión de hacer del laúd su aliado más fiel. Desde entonces, eventos como el Festival del Patrimonio Marítimo en Abu Dhabi, la Expo 2020 Dubai y la Exposición Ru’ya lo han convertido en un representante muy popular de este instrumento.
Y gracias a la participación de Sharjah en la FIL, el joven tuvo su primera experiencia musical en suelo mexicano, de la que salió muy bien librado, al grado que al bajar del escenario para darle paso a Iraida Noriega, segundo acto de la noche, varios escuchas le pidieron fotos y autógrafos, para sorpresa del propio músico y sus dos acompañantes.
Su presentación no tuvo mayor parafernalia: solo él, sus partituras de temas poco conocidos en nuestro país y ese laúd con el que transportó a los escuchas a otros parajes y tiempos: algunos se imaginaron entre las abrumadoras dunas desérticas, mientras otros acudieron a las esplendorosas cortes medievales.
Los espectadores se mantuvieron embelesados ante el talento del emiratí, y al final de su show lo llenaron de vítores y aplausos. Él agradeció discretamente y, con una sonrisa en el rostro, se retiró del escenario, pero el laúd permaneció en las mentes de todos los que lo escucharon. Una hipnosis multitudinaria.
ÁSS